En años muy recientes hemos escuchado la palabra bullying o acoso escolar, situación que no deseamos que nuestros hijos o hijas experimenten, no entendemos porque las escuelas se han convertido en campos de batalla para los niños y no un lugar para aprender, convivir y ser mejores personas.
Sin embargo, atacar dicho fenómeno implica mucho compromiso y esfuerzo compartido entre autoridades educativas, maestros, alumnos, padres de familia y medios de comunicación, toda vez, que los factores que podemos encontrar en un caso de acoso escolar son muy diversos que van desde la falta de límites en casa o por el contrario sobreprotección; una alimentación alta en azúcares y carbohidratos que hacen que los niños y niñas estén más inquietos; el exceso de videojuegos o la sobreexposición a noticias, que hace que los niños sientan que la violencia es algo normal.
Pero hay que enfatizar que la violencia no es normal, es un fruto de la socialización y la cultura, mientras que la agresividad es un instinto innato en el hombre y los animales que les ayuda a sobrevivir en su entorno. Es decir, nosotros como sociedad, estamos ayudando a formar niños violentos.
La violencia en la escuela donde no hay límites, se traduce en empujones, faltas de respeto, golpes, la ley del hielo, haciéndose natural esta convivencia, incluso se ve raro que en un salón de clases no existan apodos.
Afortunadamente, en nuestro país existen varias asociaciones que se dedican atender este tema, una de ellas es Fundación Ganfer, una institución con más de 26 años de experiencia, la cual cuenta con programas destinados al bienestar social en Sonora, pero a partir del 2013, crea el Programa Pasos para la Paz, cuyo propósito es el de prevenir, atender y erradicar el acoso escolar en los espacios educativos.
El programa va dirigido a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, de los niveles educativos que van desde preescolar hasta preparatoria, a docentes, directivos y padres y madres de familia.
Nace debido a que se detectó que había una necesidad en los alumnos y alumnas, de no sólo hablarles de bullying, sino más bien, se debían fortalecer las habilidades socioemocionales, donde a través de asambleas escolares se resuelven los conflictos de manera pacífica, sabiendo como comunicarse asertivamente y teniendo un autocontrol de emociones, reforzando el autoconocimiento constantemente para una toma de decisiones inteligentes y empáticas.
Ana Marcela Gándara, Directora de este programa nos comenta que el mismo, ha sido implementado de manera satisfactoria en el Estado de México, Querétaro, Sonora y Sinaloa, recomienda a los padres de familia que se acerquen a sus hijos, que los motiven a ser más tolerantes, respetuosos, empáticos y sobre todo pasen tiempo con ellos.
Sí quieren conocer más de este programa pueden visitar www.pasosparalapaz.org y en Facebook e Instagram pueden encontrarlo como pasosparalapaz.
Tal vez, se piense que este tema está muy comentado y que el bullying es un riesgo inminente al ir a la escuela, pero lamentablemente hay muchos niños y niñas que están muriendo a causa de este fenómeno, no sólo de manera física sino también emocionalmente, por depresión, baja autoestima y conductas que atentan contra su integridad como la anorexia, bulimia, alcoholismo, drogadicción o cutting.
Por lo que hay que seguir dando atención a este tema.
¡Haciendo las paces en la escuela!