La ceguera del gran hermano

Uno de los libros que más me ha marcado ha sido “Ensayo sobre la ceguera” de José Saramago, que versa sobre la pérdida de la visión de una persona y se va expandiendo a todos los demás que hayan tenido contacto con él, hasta volverse una pandemia.

Historia, donde los ciegos deben enfrentarse a lo más primitivo de la especie humana para satisfacer sus necesidades básicas y poder sobrevivir. No hay servicios públicos, ni médicos, ni de abastecimiento de alimentos, puesto que la mayoría ha perdido la vista.

La novela inicia detallando la vida de un primer grupo, a quien se le diagnostica la ceguera blanca y es confinado a un edificio para cuarentena, en dicha comunidad, se encuentra, la esposa de uno de los enfermos quien, para no abandonar a su marido, finge estar ciega y es la que se da cuenta de la realidad de la naturaleza humana, describiendo lo que podemos hacer cuando sabemos que nadie nos puede ver.

La reflexión es: ¿cómo actuamos cuando nadie nos ve? ¿cómo reaccionamos cuando pensamos que no hay futuro para la humanidad? La civilidad que adquirimos a lo largo de nuestra vida, ¿la perdemos en un momento de criticidad? creo que sólo lo sabremos cuando estemos en una situación como la descrita anteriormente.

Sin embargo, también existe otra cara de la moneda como es la novela “1984” escrita por George Orwell, donde relata la situación que vive toda una sociedad que es vigilada mañana y noche durante el “Gran hermano”, el ojo que todo lo ve, quien monitorea si estas a gusto o no con el sistema establecido, en el cual debes, contener tus emociones, para no demostrar amor, tristeza o alegría, excepto, cuando es la hora del odio, que se presenta una vez al día, en la cual gente del gran hermano emite un mensaje para recordarte del porque debes aborrecer al anterior sistema y a tus enemigos.

Para el Gran Hermano, sentir está prohibido, ya que si permites vivenciar tus emociones tocas tu lado humano y puede nacer el sentimiento de exigir tu libertad.

Por lo que podemos observar dos situaciones extremas a las que esta expuesto el ser humano, por un lado, cuando se tiene toda la libertad de hacer lo que quieras porque no existe ninguna figura de autoridad o moral que pueda detenerte y por el otro lado, estas vigilado constantemente por el gran hermano para que no seas una amenaza para el sistema.

Pero que es lo que está sucediendo hoy en día, nos comportamos como si nadie nos viera. Hay asaltos a plena luz del día, las madres se han grabado golpeando a sus hijos, hemos sido testigos de hechos violentos entre grupos de choque, videos que podemos encontrar en cualquier red social.

Es un hecho interesante saber que, en la Ciudad de México, a través del C5 se opera y monitorea la entidad por medio de más de 15 mil cámaras de vigilancia, así como las 6 mil instaladas en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, con la finalidad de prevenir y alertar inmediatamente a las autoridades de seguridad y de emergencias capitalinas sobre cualquier situación de riesgo.

Sin embargo, el número de robos, extorsiones y secuestros ha aumentado en la entidad, el Semáforo Delictivo Nacional, acaba de emitir un reporte donde establece que el homicidio es el índice más preocupante, ya que tenemos una tasa cinco veces superior a la tasa mundial.

Será acaso que el Gran Hermano es quien tiene la ceguera de la que habla José Saramago y la conciencia como seres humanos la estamos apagando.

 

 

 

Adelina TrejoHaciendo las pacesOpiniónviolencia en México