La salida de Amalia y la próxima extinción del PRD

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A la ahora ex perredista no le gustó la firma del PRD en el Pacto por México, ante lo cual comentó en la mencionada entrevista que la dirigencia en funciones “no me representa”.

 

Por otro lado en la carta que este fin de semana dirigió a Manuel Granados Covarrubias, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD y que fue reproducida por distintos medios de comunicación digitales y en redes sociales, la ex perredista puntualiza lo siguiente:

 

“Hago referencia en esta carta, entre otras cosas, a uno de los hechos más graves que han acabado con el dominio de la nación sobre sus recursos energéticos, porque me resulta inadmisible que se propongan constituir un gobierno con quien fue partícipe relevante de ese golpe a nuestro país, y que su participación no haya sido parte del análisis en el momento de la decisión sobre la candidatura a la presidencia de la república”.

 

De esa manera la zacatecana plantea su desacuerdo en la alianza electoral con Acción Nacional que impulsa la candidatura de Ricardo Anaya, a quien responsabiliza de violar el Reglamento Interior de la Cámara de Diputados durante su presidencia de la mesa directiva de la LXII legislatura en la aprobación de la reforma energética en el año 2013.

 

El perredé fue fundado el cinco de mayo de 1989 por una fusión de partidos de izquierda y de movimientos sociales progresistas que, con la participación de un grupo de militantes del PRI que se aglutinaron en la corriente democrática formaron este partido político.

 

Precisamente congeniar a las distintas corrientes ideológicas y doctrinarias ha sido uno los grandes problemas de este partido político, que hoy se encuentra en picada en el actual proceso electoral.

 

Prácticamente todos los partidos políticos han registrado desprendimientos en algunos de sus liderazgos, pues la búsqueda del poder y de las posiciones electorales, han marcado la ruta y las prioridades tanto de la militancia como de las dirigencias, olvidando principios y convicciones.

Sin embargo son tres los partidos políticos que más han resentido los desprendimientos: PRI, PAN y PRD, los partidos de mayor representatividad electoral en este momento, pero a partir del resultado del proceso electoral 2018 la correlación de fuerzas experimentarán un importante reacomodo.

 

De acuerdo a las tendencias electorales el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se constituiría en la primera fuerza electoral en México, pero con una debilidad muy notable que hoy pocos toman en cuenta, puesto que este partido de reciente creación tiene un fundador y único dueño: Andrés Manuel López Obrador.

 

A Morena le podría suceder lo mismo que a los partidos que han tenido un solo y único líder como al partido Chavista o al PT de Inacio Lula Da Silva, uno muerto y el otro en la cárcel, lo que debilitó a sus partidos políticos.

 

Ante la ausencia de López Obrador Morena entraría en una crisis de liderazgo ipso facto, lo que cambiaría radicalmente su estructura orgánica y su unidad, lo que constituye en este momento uno de sus debilidades latentes. Pero ese es otro tema.

 

En Zacatecas el PRD está a punto de profundizar también en una crisis de grandes proporciones que lo convertirá en un partido a punto de extinción, debido que a que su actual dirigente, Arturo Ortiz Méndez, se mantiene en la presidencia del comité de manera extemporánea pero además, la confrontación con algunas corrientes y con el candidato al senado, el ex alcade perredista de Guadalupe, Rafael Flores Mendoza, traerá consecuencias funestas después del 1 de julio.

 

Con Ortiz Méndez el PRD de Zacatecas, luego de haber gobernado al estado durante dos sexenios, profundiza una de sus crisis más notables que está a punto de llevar a este partido político a la marginación electoral, a causa del desorden, los abusos de algunos militantes que ponen y quitan a sus hijos o familiares y que ha perdido el rumbo de un partido de oposición independiente del poder.

 

Este fin de semana la renuncia a la militancia perredista de la ex gobernadora Amalia García Medina se convirtió en tendencia, en un clavo que penetra el ataúd de la actual dirigencia nacional del PRD, partido que prefirió jugar a la democracia de la mano del gobierno priista en turno y que hoy recoge lo que ha sembrado.

 

La desbandada de perredistas a Morena forma parte también de la simulación ideológica y de la falta de convicciones de una clase política que antepone la ambición personal, el apetito de poder, a la congruencia personal.

 

En el trasfondo del abordaje de perredistas a las filas o estrategias de Morena subyace también, un tufo de descomposición de la política mexicana.

 

Al tiempo.

@juangomezac

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