Una de las razones que sin duda pueden ser más que bien aceptadas en la propia sociedad y, obviamente en los legisladores y gobiernos, es el discurso que ofreció el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno “Alito” de la urgente necesidad de sumar esfuerzos para construir, entre todos el México seguro que se necesita.
Desde luego que hay necesidad y hay urgencia de recomponer el país que sigue con focos rojos y tiene líneas de alta delincuencia, ¿quién no lo sabe? Si no, basta preguntarle a Héctor Astudillo de Guerrero que está más que rojo, o al propio Carlos Joaquín de Quintana Roo que mantiene Playa del Carmen hecho un polvorín de muertos y más muertos.
Por ello, sin duda que se necesita que las familias recuperen su tranquilidad de caminar sin la sombra de la inseguridad menos del acecho de las bandas delictivas que se han convertido en verdadera delincuencia organizada.
La voz de Alito representa a los gobernadores del país, vaya hoy asume como presidente de la CONAGO, una marca que agrupa a los mandamás de las entidades que conocen perfectamente la radiografía de sus estados, por eso la urgencia de sumar esfuerzos.
El gobernador de Campeche acudió a San Lázaro para participar en la primera mesa de audiencias públicas sobre la Guardia Nacional y que involucra a gobiernos de los tres niveles, académicos, expertos en la materia etcétera. Primero acompañó al presidente de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo y al líder de la bancada de Morena, Mario Delgado para inaugurar el inicio de estos foros.
De entrada, dijo que la Guardia Nacional será bienvenida, siempre y cuando si en la Constitución quedan plasmadas sus facultades de forma clara y específica. Vaya sin ambigüedades para garantizar su carácter civil, el mismo respeto de las soberanías estatales y el ejercicio de sus funciones.
Y bueno, Alito les recordó a los propios legisladores de este Congreso federal, que es donde se está cocinando esta iniciativa del Presidente López Obrador que la Guardia Nacional no debe ser una institución clonada de las Fuerzas Armadas ni conducir a una militarización del país.
Que más bien se tiene que formar y capacitar a la policía, pues los encargados de proteger y cuidar a los ciudadanos, no se compran en una tienda de conveniencia sino se forman al paso de los años. Más claro ni el agua.
SE SACA LA ESPINA BATRES CON LA FUENTE
Ayer el presidente del Senado, Marti Batres compartió el pan y la sal con los reporteros de la fuente.
Se vio un presidente con sencillez y con buena cara que detonó en buenos tratos, vaya muy diferente a la figura cuando llegó a esa Cámara Alta que, después de 4 meses nomás no se había presentado con los comunicadores ni de broma en la sala de prensa.
Aguantó vara en los cuestionamientos de la charla que cruzo con un grupo de columnistas. El tema fue sin duda los efectos por la estrategia contra los huachicoleros, vaya el desabasto que ha generado irritación, descontento y hasta pérdidas económicas por la falta de combustible a la propia sociedad de diferentes entidades.
Qué si no contemplaron ellos, en su estrategia los efectos que generaría el desabasto. Y que si tenían idea del costo político que le puede registrar al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Bueno, primero que si hay irritación pero es más el estar de acuerdo de la gente en estos operativos para acabar no solo con los huachicoleros de abajo, sino de arriba, de esos incrustados en el propio gobierno.
Y acertado en que había la urgente necesidad de poner orden porque alguien lo tenía que hacer.
Bueno, ahora hay que esperar si se normaliza lo más pronto posible el abasto para hacer un balance de los costos beneficio que generó, naturalmente que en gran parte dependerá de los resultados para fortalecer la aceptación o de plano comenzar la migración de los votos venideros.
LA LUCHA TAMBIEN ES VS HUACHICOLEOS DE ARRIBA
Ricardo Monreal se pronunció por el total respaldo a la estrategia que realiza el Presidente López Obrador para erradicar el robo de combustible que le representa un muy alto costo financiero al país.
Que es tan profunda es la sangría que recibía y afectaba al erario, que sufría sus costos y que seguramente los costos están siendo valorados por el propio Gobierno, pero que no podría quedarse apacible, silencioso y como cómplice frente al robo descarado de combustible que ascendía a 60 mil millones de pesos al año, unos 200 millones de pesos diarios.
Ese robo de combustible diario se colocaba en alguna parte, vaya en algún expendio, podríamos recordar incluso anteriores notas que daban cuenta de gasolineras en Puebla y Guanajuato y más de ser donde se vendían esta gasolina robada.
Monreal recordó la denuncia de López Obrador en campaña que señalaba que no es únicamente un lucha contra los huachicoleros de abajo, de esos que roban en los ductos, sino contra la pieza principal que eran los huachicoleros de arriba, mejor dicho los funcionarios o cabezas de servidores públicos de la propia paraestatal que sin duda operaban desde las entrañas. El robo o la ordeña, siempre se toleró y había complicidad.
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