Relata labor sin fin quehacer cotidiano en CEDA

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Un haitiano que descarga un camión de piñas, vendedores de piñatas descansando después de una jornada de trabajo, comerciantes de flores, músicos, entre otros, son algunos de los personajes que destaca la exposición fotográfica Labor sin fin, que se inauguró con motivo del 36 Aniversario del corredor comercial y como parte del cierre de la actual administración.
Una serie de 24 imágenes conforman la muestra, emanadas del ojo de los fotógrafos institucionales Lilia Karina Bustos García y Abel Diego Monroy Lucero, quienes a diario recorren las naves y pasillos del mercado mayorista más grande del mundo.
La selección, curada por el fotoperiodista Jorge Claro León, es un reflejo del trabajo cotidiano en el centro de negocios a través de los rostros de hombres y mujeres, protagonistas de la labor alimentaria que realiza la CEDA en la zona metropolitana y el país.
Sergio Palacios Trejo, administrador general del Fideicomiso Central de Abasto de la CDMX, indicó que este tipo de expresiones enriquecen el rostro cultural del mercado mayorista.
“Con estas iniciativas refrendamos el acercamiento de la cultura y las artes a quienes trabajan y visitan diario la Central, le damos potencia a la gente para que pierda el miedo de acercarse al arte”, dijo Palacios Trejo.

Por la lente de Lilia Karina Bustos García han pasado viñetas varias, en las que busca resaltar la expresión humana resumida en la dedicación y esfuerzo de las personas, integradas a los colores característicos del centro de abasto.
“La Central representa la cultura mexicana a través de la variedad de productos y su comida, desde los alimentos más sencillos hasta lo gourmet. En este espacio conviven todas las clases sociales del país”, comentó.
El color de sus romerías, la Noche de Flores, la vistosidad del sector Envases Vacíos, músicos, el afamado “Tin Tan de la CEDA” o los murales que desde hace un año embellecen los murales de las naves comerciales, son también parte de la exposición que retoma los sabores, colores y olores del corredor comercial.
Para Abel Diego Monroy Lucero, responsable del área de Imagen, plasmar el esfuerzo y el trabajo cotidiano fue un privilegio que desea se aprecie a través de las imágenes.
“Acercar nuestra obra a quienes laboran en un espacio tan disímbolo como la Central de Abasto, es invaluable; invito al público a que venga, porque resulta increíble mostrar este tipo de cultura en la Central de Abasto”, sostuvo
Es así que un conglomerado de rostros, sonrisas y figuras encuentran un punto de coincidencia en el espacio, a forma de homenaje a las 90 mil personas que diariamente hacen de la Central de Abasto se segundo hogar, llevando más allá de una jornada de trabajo su esfuerzo cotidiano.

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