Recomienda ISSEMyM moderar ingesta de alcohol y evitar afectaciones en la salud

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Toluca, Estado de México, 1 de mayo de 2018. El Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM) invita a la población a moderar la ingesta de alcohol, ya que el abuso en su consumo puede causar daños irreversibles en la salud.

Señalan que cuando beber se convierte en una fuerte necesidad, se crea un estado de ansiedad que deriva en una inadecuada toma de decisiones; de igual forma, genera una dependencia física en la que el cuerpo requiere cada vez más grados de alcohol para realizar sus actividades o simplemente, a la persona le es imprescindible para poder integrarse a su vida cotidiana.

Quienes tienen problemas de ingesta excesiva de alcohol comienzan a presentar complicaciones en su salud, con síntomas como temblores en las manos, nerviosismo, irritabilidad, taquicardia, confusión, vómito y torpeza en sus movimientos, entre otros.

De acuerdo con especialistas del ISSEMyM, al probar la primera bebida con alcohol, el 20 por ciento lo absorbe directamente el estómago y al cabo de dos minutos llega al cerebro, lo que implica que pueden sentir un efecto de euforia o tranquilidad.

Para la tercera copa se va disminuyendo la capacidad de concentración, empieza un aumento en la actividad cardiaca y aceleración de la respiración y el pulso. En el hígado, los efectos como náuseas y ardor estomacal empiezan a presentarse y la irritación gástrica aumentará si se mezclan diferentes bebidas.

Los expertos agregan que cuando se va haciendo indispensable alcoholizarse para realizar cualquier actividad, aumenta el riesgo de padecer daño neuronal, cardiaco, hipertensión arterial, inflamación del páncreas, cirrosis, pérdida de memoria, disfunción eréctil, trastornos en el ciclo menstrual, cáncer de esófago, hígado y colon.

Además del daño en el organismo, la adicción al alcohol conlleva consecuencias profesionales, sociales y familiares, que pueden derivar en la pérdida del trabajo, problemas económicos, desórdenes públicos, maltrato hacia los hijos y conflictos graves con la pareja que en ocasiones terminan en divorcio.

Por ello, se recomienda una ingesta moderada de alcohol, consistente en 10 mililitros al día, dependiendo de la concentración en la bebida.

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