Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· La GN era para cuidar a la gente; ahora es para ayudar al neoyorquino
· Y el Maquiavelo es alumno destacado de Manuel Camacho Solís, qepd
Es lamentable y decepcionante que con la Guardia Nacional, el gobierno de López Obrador se haya convertido en impulsor de la candidatura de Donald Trump para un seguro periodo en la Casa Blanca, cuando las mayorías, en el mundo, rezan para que el cretino de Nueva York se vaya a su residencia en Manhattan y no vuelva más a la Casa Blanca, mientras otros como Nanci Pelosi, la jefa de los demócratas, quiera verlo tras las rejas porque ha cometido muchos desmanes que son dignos del juicio no sólo de la historia, sino del poder judicial.
Pero, aunque lo acusa, Trump no es tonto y sabe que contaría, como contó en las elecciones que lo llevaron a la presidencia, con el voto de la mayoría de los distritos conservadores y ultraconservadores, y más de los abiertamente racistas, con un ayudadita de sus socios mexicanos que navegan con bandera de izquierdistas, como los rusos, que lo ayudaron a vencer a la demócrata Hillary Clinto.
Y el pretexto es la migración. México había sido siempre un santuario para los trasterrados, para los exiliados, para los que tienen que migrar forzados por la violencia, el hambre, la pobreza de sus países de origen. Como recuerdo los años de la guerra en Guatemala cuando el obispo jTatic Samuel Ruiz García recibió en tierras chiapanecas a una media de 50 mil indígenas guatemaltecos, que huían de la muerte, de la miseria la mayor parte y del odio de los kaibiles, que son soldados entrenados exclusivamente para matar con odio a los enemigos del las clases dominantes en un país en dond hasta hace poco eran dueñas de la riqueza una venitena de familias, igualito que en Chiapas, que en Honduras, que en Micaragua, que en el Salvador, pueblos hermanados por la pobreza y la explotación que practican las oligarquías.
Pues la Guardia Nacional, que fue creada presuntamente para abatir la inseguridad pública en todo el país, empezó con el pie izquierdo reprimiendo migrantes en la frontera sur, en el mero Chiapas, también fuente de migrantes que huyen de la corrupción de los gobernantes de todas las insignias partidarias, inclusive de Morena.
La Guardia Nacional parece que se formó para proteger a Donald Trump y para impulsar su “simpatía” entre lo más granado de las derechas, ultraderechas o el fascismo y nazismo de los Estados Unidos. ¿Trump se lo agradecerá al final del día? Me temo que no porque es un personaje que no conoce la lealtad, la gratitud.
Pero López Obrador se quemó con muchos de sus fans, sobre todo aquellos que se dedican a la defensa de quienes ven violados sus derechos humanos y entre estos, los migrantes. Sembrado Vida en El Salvador pareciera que es un mecanismo para taparle el ojo al macho. Lo importante es el pacto de López Obrador con Trump para ayudarlo a ganar un segundo periodo en la presidencia de Estados Unidos.
Ya lo había lamentado mi amigo muy querido, Porfirio Muños Ledo, en ocasión del homenaje que le brindaron en los círculos legislativos por acercarse ya al primer siglo dedicado a crear, a hacer teoría, a alimentar la ciencias políticas y económicos y ahora a cuestionar con lealtad a su amigo Andrés Manuel López Obrador. El no habría aceptado el acuerdo con Trump que acepto Marcelo Ebrard, como buen alumno de Manuel Camacho, un priísta maquiavélico que, por sus intereses personales, se vendía hasta al diablo.
No sé qué quiera López Obrador. ¿Aumentar el número de sus seguidores, o deshacerse de muchos millones que votaron por el? Y convertir a Morena, su partido, el que soñó para regenerar a México, en sólo una ave de paso, porque, y él lo sabe, con estos actos de incongruencia no va a llegar muy lejos en su afán de cambiar las relaciones de producción de los mexicanos. @AFONDODIARIO @AFDiario
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