Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El tema del Lobby, lobbying o cabbildeo legislativo (defensa de los multimillonarios ingresos de las industrias y los sectores financieros a través de la persuasión, influencia o presión política, o abierta compra de senadores y diputados, con sus inevitables juegos de engaños, traiciones y alta corrupción), ha sido el tema de grandes éxitos de taquilla cinematográfica.
Pero uno nunca imagina que ahora esta actividad actúe con toda su brutal fuerza en el Congreso mexicano.
Ni que los principales cabbilderos y lobbystas de defensa de Bimbo, Cocacola o las otras bebidas de alto contenido de azúcar sean parte de las mismas comisiones del Senado y la Cámara de Diputados, o miembros prominentes del partido en el poder, Morena, e incluso del círculo cercano al propio Andrés Manuel López Obrador.
Y de que el objetivo central del control empresarial y de los grandes y multimillonarios ingresos e intereses, sean las Comisiones Legislativas, el alma del Poder Legislativo.
Que con ello intentarán con todo que no se cambien ni leyes ni fórmulas alimenticias.
Es por ello que ahí es donde ahora se da la batalla entre quienes, como la diputada y doctora veracruzana de Morena Carmen Medel Palma y su grupo de científicos, organizaciones de salud y que combaten enfermedades como la diabetes o males como la obesidad y el sobrepeso, buscan establecer nuevas reglas en el etiquetado de los productos alimenticios a fin de disminuir estos males en la sociedad mexicana.
Saben que alcanzar este objetivo no va a ser fácil. Tienen en contra a diputados y personajes del poder, influyentes dentro de Morena, como sonTatiana Clouthier, Manuel Huerta, Javier Hidalgo y Francisco Favela Peñuñuri, o quienes integran el llamado PULL de asesores de MORENA, dentro de San Lázaro, o el del empresario y jefe de la oficina del Presidente de la República, Alfonso Romo, quien es “un incondicional de la industria alimentaria”.
ESTO REPRESENTAN
De acuerdo a datos de Inegi, las industrias de alimentos, bebidas y tabaco representaron el 3.5% del producto interno bruto de 2017 en México, con un total de 18.2 billones de pesos.
El instituto reportó que, al cierre del segundo trimestre del año pasado, la industria facturó 648 mil 899 millones de pesos, la segunda más alta después de que durante el último trimestre de 2016 se reportó ingresos en de 656 mil 259 millones de pesos.
Según el índice Nacional de Precios al Consumidor de la primera quincena de enero, el segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas tuvo un incremento de 8.9% sobre el mismo periodo de 2017; mientras que el de bebidas alcohólicas y tabaco tuvo un avance de 4.78 puntos porcentuales en su consumo.
Con estos intereses qué defender, esta industria mantiene un ejército de abogados, ex ministros, exlegisladores y diputados y senadores en activo que desde las comisiones del Senado y Cámara de Diputados infuyen y presionan para impedir que avancen reformas y leyes que puedan alterar los enormes ingresos de estas empresas.
Las leyendas corren en los pasillos legislativos sobre el reparto de cientos de millones de pesos en efectivo o en favores entre miembros del Congreso para lograr sus objetivos.
LA BATALLA
Hasta hoy la batalla de la diputada Medel Palma y de las organizaciones civiles integradas en la Alianza por la Salud Alimentaria y Coalición Contrapeso, así como de las recomendaciones de los Institutos nacionales de Salud Pública, y el de Nutrición; la Sociedad Mexicana de Cardiología y académicos e investigadores de la UNAM; la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud ha sido complicada.
El 27 de junio de este año, en la mesa de la junta directiva de la Comisión de Salud se logró aprobar la Iniciativa para su discusión interna.
Ahí, los miembros de esa mesa, se llevaron la primera sorpresa. Y es que la diputada Tatiana Clouthier –quién no pertenece a la Comisión de Salud y con el aval del Pull de asesores de Morena -, pretendió introducir vía el diputado de Morena Manuel Huerta un artículo transitorio cuyo contenido estaba redactado para continuar con la protección para la industria de alimentos chatarra.
Estaba previsto que, durante la tarde de ese mismo jueves 27 de junio, se realizaría la primera reunión ordinaria de toda la Comisión de Salud. Pero por instrucciones de Clouthier, y del PULL de asesores de Morena se corrió entre los miembros una serie de mensajes contradictorios y de amenaza que llevaron a que los legisladores no se presentaran. No hubo quorum.
Los diputados de Morena Javier Hidalgo y del PT Francisco Favela Peñuñuri hablaron entonces de que “la instrucción (para no avalar la iniciativa del nuevo etiquetado) venía de arriba”, dejando la percepción entre los otros legisladores de Morena de que el interés era de AMLO.
Luego de un mes de encuentros personales, y de varias convocatorias, la diputada Medel Palma y sus aliados lograron que el miércoles 24 de julio, bajo mucha presión mediática y política -sin duda económica- en contra, se lograra aprobar el dictamen en la Comisión.
Desde entonces Javier Hidalgo no ha dejado de acudir a argucias para sabotear la iniciativa.
Pero Medel Palma y su grupo no ceden, y esperan que apenas iniciado el nuevo período ordinario el 1 de septiembre, la iniciativa sea discutida y votada favorablemente en el Pleno. Sus argumentos son irrebatibles:
Que en México hoy 1 de cada 3 niños y 7 de cada 10 adultos presentan sobrepeso y obesidad. Poco han influido los programas aplicados en contra por las autoridades de Salud.
Que el efecto económico es devastador: en 2017 la Secretaría de Salud aplicó 240 mil millones de pesos en el tratamiento de la obesidad, el sobrepeso y la diabetes mellitus, y se prevé que en 2023 se requerirán 273 mil millones de pesos.
Que si la tendencia no se modifica, advierte la doctora y diputada de Morena Carmen Medel Palma, secretaria de la Comisión de Salud en San Lázaro, “simplemente no habrá sistema de salud, ni infraestructura hospitalaria, capaz de atender a número de enfermos que requerirán atención por las secuelas de estos padecimientos crónico-degenerativos
MONREAL A FAVOR DE REGULAR A CABILDEROS
En este contexto el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la mayoría de Morena en el Senado, el zacatecano Ricardo Monreal ha anunciado una iniciativa propia para regular el cabildeo en el Congreso de la Unión
La falta de una reglamentación al respecto, afirma, crea desconfianza en la labor de diputados y senadores.
Es necesario que el lobby y el cabbildeo sean sometidos a nuevos nuevos requisitos y limitantes para que su injerencia en la toma de decisiones legislativas no rebase lo legal, ni afecte los intereses de los ciudadanos.
Monreal acude en su iniciativa a la experiencia alcanzada en la regulación del lobby en Gran Bretaña, Estados Unidos y varios países de América Latina.
El objetivo, insiste, es el de transparentar las actividades realizadas por personas físicas o morales que, en representación de grupos de interés, promuevan o defiendan determinadas iniciativas con el propósito de influir en las decisiones de los legisladores.
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