Los Rostros Ocultos del PJF

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La Juez de las Galletas

Mina Moreniy

 

Surgida del concurso interno de oposición para la designación de jueces de distrito especializados en el nuevo proceso penal acusatorio sede Toluca, Estado de México, relativo a la convocatoria publicada en el Diario Oficial de la Federación de quince de mayo de dos mil quince, surge designada como juez federal Guillermina Matías Garduño, mujer señalada por varios como irracional, acosadora laboral y sumamente agresiva.

La juez Guillermina Matías debe su sobrenombre como “La Juez de las Galletas” debido su mal hábito de romper las chapas de los escritorios del personal y abrirlos para revisarlos, cuando éstos no se encontraban y llegaba a tal grado, lo ruin de su persona, que tomaba las galletas guardadas por los trabajadores.

Increíble acto de ignominia tomando en cuenta el enorme sueldo que percibe como juzgadora federal.

¿Cuáles casos importantes y de impacto estuvieron bajo su jurisdicción?

He aquí el recuento.

El 11 de julio de 2015, cuando el entonces líder del Cártel de Sinaloa El Chapo Guzmán, logró escapar por un túnel, las autoridades aprehendieron a 68 agentes de la Policía Federal, posteriormente,ese grupo se redujo a 61 detenidos, luego a 18 y después, en el año 2018, sólo quedaban 10 están tras las rejas.

Guillermina Matías, fue acusada de ser una juez de consigna de la PGR, por las familias de los PF, ya que sostenían les mantenían presos, con lo que, se pretendía aparentar que los responsables de la evasión, eran sancionados, en ese entonces, la juez de Las Galletas, era titular del Juzgado IV de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México.

Así pues, la juez federal dictó formal prisión a los policías federales, bajo el argumento que fueron acusados de no activar el Código Rojo, cuando ocurrió el escape del narcotraficante; sin embargo, la entonces, Comisión Nacional de Seguridad (CNS) acreditó que los agentes detenidos “no tenían la facultad, ni estaba en el reglamento la activación del código rojo”, lo que motivo que en tribunales federales le revocaran a la juez su determinación y se ordenará la liberación de varios PF.

La juez Guillermina también dictó la formal prisión al ex gobernador de Sonora, Guillermo Padrés por lavado de dinero.

Además, condenó a 15 años de prisión y al pago de 375 días multa a Jesús Cruz Valencia, exalcalde de Aguililla, Michoacán, al haberse acreditado sus vínculos con la organización criminal de Los Caballeros Templarios.

Sin embargo, hacia el interior del juzgado la Juez Guillermina se ensañaba con los trabajadores, mostrando hasta hoy su verdadera naturaleza.

Ya como juez Séptimo de Distrito en Amparo y Juicios Federales de la capital mexiquense, continuó con su abuso y tortura al personal, pues no sé conformó con presionarlos para renunciar, acosando a los trabajadores, sino que les hizo seguir por varios de sus 8 guardaespaldas, no sólo a empleados del juzgado, sino también hasta los familiares de ellos, enfermó a varios e inclusive se pavoneaba de ser amiga íntima de la Consejera Martha María del Carmen Hernández Álvarez, quien fue el gallo impuesto por el exPresidente Peña Nieto, en Consejo de la Judicatura Federal.

Por eso, la Juez de las Galletas se siente intocable tanto en su actuar como juzgadora, debido a que se le imputa solicitar a las partes se desistan de sus pruebas para resolver rápidamente y así, rendir informes de productividad ante el CJF, sino igualmente, por la forma en que hostiga al personal, al cual, inclusive, enfermó a varios de diabetes, hipertensión arterial, ansiedad y vitíligo.

Pese a las múltiples quejas administrativas interpuestas por acoso laboral en el Consejo de la Judicatura Federal contra dicha juzgadora, ésta fue premiada por el actual titular del CJF, pues recientemente, se le reasignó a un juzgado de ejecución en Cuernavaca, Morelos.

La verdad.

Como toda historia de este tipo de juzgadores federales, tiene un secreto escondido y celosamente, guardado por el Poder Judicial de la Federación.

Para designar a impartidores de justicia, el entonces, Ministro Presidente Luis María Aguilar Morales realizó una serie de concursos para cumplir con el mandato presidencial y constitucional de crear juzgados federales en el sistema penal acusatorio.

Lo cierto, es que no había personal calificado que manejara los juicios orales en materia penal y literalmente, se declararon ganadores a todos los que se inscribieron, de hechos los primeros designados hicieron un curso y un examen a modo, por otra parte, no tienen especialidad, maestría o doctorado en derechos humanos.

Ni tampoco tomaron los cursos llamados Héctor Fix Zamudio, que el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM dió.

En donde, los jueces internacionales y personal tanto, de la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana dieron clases aquí en México.

Lo sé, porque solamente un Magistrado Federal y yo, fuimos los únicos del Poder Judicial de la Federación, que estuvimos ahí y los tomamos.

¿Qué pasó entonces con estas designaciones de jueces federales para el nuevo sistema penal acusatorio?

Fueron hechas al vapor y literalmente, agarraron como juez, a todo aquel que se anotó.

Ni controles de confianza, ni exámenes psicológicos, ni exámenes psicométricos, se han aplicado a jueces y magistrados federales.

Los resultados están aquí.

Surge la pregunta.

¿Debe de corregirse los errores en la designación de jueces y magistrados federales?

La respuesta es sí.

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