Los enanos querían declarar la recesión

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Análisis a Fondo

Francisco Gómez Maza

 

· Pero jamás se les va a cumplir su ardiente deseo

· No podía colapsar, ya lo está desde hace 4 décadas

Los enanos del tapanco quisieran que a la economía nacional se la llevara el diablo, porque con la subida al poder de su eterno enemigo, López Obrador, se quedaron sin teta que mamar. Y así como les importan poco sus propias empresas, imaginen qué les van a importar sus trabajadores y los consumidores. Les pagan lo indispensable a sus empleados, y muchas veces ni siquiera lo indispensable. Y a los consumidores les meten gato por liebre o les sambuten “ofertas” que salen más caras. Una bolsa de detergente que vale al público 20, la venden en 30 y muchos consumidores son tan ingenuos, o perezosos, que pagan lo más caro con tal de no caminar a la tienda donde lo dan más barato.

Lo último que le importa a tal fauna de empresarios es que la economía se comporte de tal o cual manera. Si crece, o decrece, o se estanca, o entra en recesión, a ellos les tiene sin cuidado porque la mayoría de los chuchones tienen sus capitales en los paraísos fiscales. Y padecen el síndrome de empresarios ricos con empresas pobres. O sea que ellos, como los políticos ladrones, todo lo tienen seguro. Comen en los restaurantes más lujosos; visten con ropa carísima, de esa que llaman “de marca”, calzan como reyes, y beben de los mejores vinos, licores y aguardientes. Igual que los políticos. Así, que la economía se comporte de tal o cual manera es irrelevante. Ese comportamiento les afecta a los seres omega.

Así ha sido siempre. A los grandes capitalistas y a los políticos les importa un bledo el comportamiento de las variables económicas. Que los dejen robar es la divisa. Que los pongan donde ahí, es el sueño siempre hecho realidad por las complicidades. Los empresarios deshonestos, ladrones, cómplices de los políticos ladrones, mocheros, les roban a sus propias empresas y se emparejan robándole al fisco. O los políticos les condonan millones de pesos en el pago de sus impuestos. Los políticos ladrones evaden el fisco a como dé lugar, o llevan sus dineros a Andorra, o a Gran Caimán, o a Panamá.

Pero afortunadamente, para los omega, la economía no colapsó en esta primera parte de 2019. De ella dependen sus magros salarios. Los amargados, los dolidos, los ardidos siempre estarán en contra hasta de su madre y su padre, hasta en contra de sí mismos. Y dirán que qué ridículo crecimiento de 0.1 por ciento. Lo que no aceptan es que una décima de punto porcentual cuenta en el macro contexto de la economía. Y que el comportamiento de los mercados afecta. Dicen que la economía de los Estados Unidos está o estaré este año creciente por encima del dos por ciento. Qué pena para una economía que presumía de ser la potencia económica del mundo, aunque ahora tiene la amenaza de la República Popular de China que es comunista todavía.

Eso si es lamentable; eso si es una vergüenza, que las variables económicas de Estados Unidos anden por la calle de la amargura.

Por ello, siempre se ha defendido en este espacio, que México voltee los ojos hacia el oriente. Ahí está su lugar, ahí podrá encontrar verdaderos socios y podrá crecer sanamente, si se desembaraza de la corrupción de empresarios sin conciencia y de políticos arribistas que sólo buscan el negocio fácil sin pago de impuestos.

Muchos analistas esperan, por tanto, que la economía, la de los ricos, la de los grandes empresarios especialmente repunte en el segundo semestre del año, para que no anden quejándose. Lo bueno para ellos es que, aunque sus empresas son pobres, ellos son inmensamente ricos. De los pobres, de los trabajadores, ni hablar. Ellos seguirán siendo pobres a pesar de que el producto interno bruto se levante y ande, como el Lázaro evangélico. @analisisafondo @AFDiario

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