Los apuros del PRI y Morena
Dos expresiones políticas se están peleando la plaza electoral zacatecana, pero ambas están desesperadas, porque pulsan que sus candidatos no están creciendo en las preferencias electorales.
El PRI que es el partido que gobierna la entidad federativa y que refrendó en el 2016 con Alejandro Tello Cristerna y Morena, que tiene la rúbrica de del Clan Monreal en el estado, se disputan una plaza que para el priismo nacional no ha representado importancia cualitativa, pero que se ignora que de aquí han partido los cambios que en los últimos años han modificado el escenario político nacional.
Ambas expresiones están desesperadas porque no han hecho la tarea correctamente. En el caso del Revolucionario Institucional se carece de una visión política integral, porque el revés provocado por el bajo rendimiento de la candidatura de José Antonio Meade Kuribreña y el rompimiento unilateral de la alianza con el Partido Verde Ecologista de México, le ha provocado una crisis que raya en la parálisis en pleno proceso electoral.
El priismo zacatecano carece de una dirigencia estatal fuerte que cohesione a sus liderazgos regionales y conduzca una estrategia efectiva en el actual proceso, que será fundamental para cuidar la salida del quinquenio del gobernador Tello Cristerna.
De entrada el priismo doméstico no tiene un estratega que coordine las campañas para candidatos al Senado y a una diputación federal, y en el terreno local existen algunos esfuerzos aislados que están dando magros resultados, a excepción de Guadalupe, en donde Enrique Flores Mendoza hace todo lo posible por mantener una preferencia basada en el trabajo municipal, pero sin el apoyo del priismo estatal.
En este contexto la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe se ha convertido en un área estratégica en la disputa por la supremacía electoral en el estado, en donde el priismo parece mostrarse en retirada por la capital, al llegar tardíamente la designación de Julio César Nava de la Riva, a quien prácticamente lo ha dejado solo, pese a que constituye el territorio icónico del priismo que gobierna en Zacatecas.
La lucha electoral en la capital zacatecana se ha centrado prácticamente entre Arturo López de Lara de la coalición Por Zacatecas al frente (PAN, MC y PRD) y Ulises Mejía de Juntos Haremos Historia en tanto que el ex panista, Cuauhtémoc Calderón Galván del Partido Verde Ecologista de México, se ha ido rezagando, pese a que ya gobernó la capital del estado con las siglas blanquiazules.
Mientras tanto la reciente gira proselitista del candidato presidencial priista José Antonio Meade Kuribreña, no logró motivar a los alicaídos aspirantes del tricolor zacatecano, pese a las concentraciones que se hicieron en Fresnillo, Zacatecas y Jerez, cuyos esfuerzos tuvieron un pobre impacto social y mediático por el pésimo manejo de la comunicación electoral priista.
Para colmo de males la nota negativa del acto proselitista fue el accidente que sufrieron los simpatizantes que llevó en autobús el priismo local en Guadalupe, en donde hubo 20 lesionados por la colisión de dos unidades de ruta urbana. Uno de los choferes, al parecer estaba borracho y se quedó dormido mientras conducía, de acuerdo al peritaje de Tránsito.
En Fresnillo los focos rojos están encendidos, al igual que en otros municipios como Jerez, Jalpa, Río Grande, Sombrerete, Pinos, porque los candidatos no han podido penetrar en el electorado.
Pero a pesar de este escenario tan adverso los candidatos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no parecen muy satisfechos con el posicionamiento entre el electorado, motivo por el cual el coordinador de campaña en esta zona, el ex gobernador Ricardo Monreal Ávila, se ha echado al hombro a los aspirantes de la coalición Juntos haremos historia, para reforzar las campañas en las regiones y distritos que son clave para la captación de votos en la región.
Monreal Ávila le dedicó toda la semana para apuntalar a los candidatos de Guadalupe y Fresnillo, sobre todo, para reforzar estas débiles campañas que encendieron los focos rojos en el Cuarto de Guerra monrealista.
Desde desayunos con algunos medios de comunicación, pegar calcas y microperforados en automóviles, mítines y movilizaciones, ha organizado el ex gobernador Monreal Ávila que, dicho sea de paso, es el único que ha apretado el paso en esta mitad de las campañas electorales en el estado.
El escenario que hoy se prefigura en el priismo local no es el más conveniente para un gobierno de este partido, pues además de perder la mayoría de presidencias municipales y la representación zacatecana en el congreso federal, no tendría el control del congreso estatal, factor de equilibrio y estabilidad política.
En la perspectiva electoral sí el PRI perdiese la elección estaría diciéndole anticipadamente adiós a la posibilidad de volver a gobernar Zacatecas en los próximos 20 años, puesto que sería muy difícil recuperar nuevamente la plaza, sobre todo si pierde la elección presidencial, como lo marca hoy la tendencia electoral que publican las diferentes casas encuestadoras.
Si este escenario adverso para el priismo zacatecano se consolida en los próximos días, el resultado electoral no le favorecerá en nada al gobernador Alejandro Tello, y el final de quinquenio gubernamental sería de pronóstico reservado pero en especial, con un fuerte debilitamiento no solamente en lo político sino social.
¿Habría tiempo para que el comandante general y jefe político de la plaza tome el control y reoriente las campañas en Zacatecas?
Al tiempo.
@juangomezac
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