Lograr equilibrio entre progreso y protección de naturaleza, reto para asegurar el futuro de México

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La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Josefa González Blanco Ortiz Mena, subrayó la importancia de las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), porque son espacios en donde se defiende el interés de una comunidad, ejido o pueblo, y no de personas ajenas al sitio. “Es un ejercicio voluntario que beneficia a los ecosistemas y a todo el entorno”.

Explicó que el objetivo para este sexenio es decretar un millón de hectáreas de ADVC, y proteger esos territorios que están sistemáticamente amenazados por temas externos. “Debemos entender que puede existir desarrollo para un lugar, pero cuidando al ambiente y con protección al patrimonio cultural”.

Durante el foro “Fortalecimiento de las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC). A 10 años de ser áreas naturales protegidas”, diputados, senadores y funcionarios federales de México y de la Agencia Francesa de Desarrollo, destacaron la prioridad de preservarlas para lograr una vida digna en las poblaciones rurales, generar empleos y reducir la pobreza a través de esfuerzos conjuntos entre los sectores.

La titular de la Semarnat agregó que en la actualidad existen 332 ADVC, distribuidas en 24 estados del país, con una superficie aproximada de medio millón de hectáreas y la participación de 84 mil personas.

Refrendó su compromiso con este esquema de conservación, al considerar que es un instrumento de defensa para los sitios naturales del país; además, dijo, está ligado a la pacificación nacional. “La característica de la Cuarta Transformación es que todos aportamos y avanzamos para una misma causa”.

“Tenemos que cuidar nuestras raíces y la cosmovisión, porque si no respetamos el espacio de donde venimos no sabremos hacia dónde vamos. Hay que difundir los beneficios de la certificación voluntaria mediante el diálogo con comuneros, organizaciones civiles y propietarios”, expresó.

La funcionaria federal pidió a los legisladores aportar desde su ámbito y “convertirse en embajadores del programa de ADVC, a fin de poder alcanzar el objetivo de tener un millón de hectáreas de estos espacios”.

En su intervención, la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos Naturales, diputada Beatriz Manrique Guevara, destacó la importancia de aumentar y preservar estas áreas de conservación como opción para que la gente viva con dignidad, obtenga provecho sustentable de su propiedad y asegure que la sociedad reciba servicios ambientales.

Otros objetivos son: fomentar actividades productivas con criterios de inclusión y equidad que contribuyan a crear empleos y reducir la pobreza en las comunidades que viven en áreas protegidas.

Asimismo, se pretende impulsar la conservación y protección del medio ambiente para garantizar el futuro, a través de las ADVC, a fin de asegurare la permanencia de proyectos ecológicos, económicos y sociales de mayor transcendencia.

“La voluntad de conservar es ingrediente fundamental para proteger el medio ambiente y garantizar el futuro de la población, de lo contrario, los esfuerzos humanos y económicos invertidos no rendirán frutos y se convertirán en conflictos y en proyectos de corta expectativa”, subrayó.

Reiteró la necesidad de que las ADVC abran la posibilidad de que la población viva dignamente y obtenga provecho de manera sustentable de su propiedad, sobre todo, porque 6.3 por ciento del agua captada mediante la precipitación se infiltra al subsuelo en forma natural para recargar acuíferos, proceso en que estas áreas contribuyen de forma directa. Por ello, aseguró, debe dimensionarse su impacto y apoyarlas.

Además, para que el Estado garantice el derecho al acceso, disposición, saneamiento de agua para consumo humano y doméstico es necesario destinar mayores esfuerzos, a fin de conservar ecosistemas, compensar a los propietarios, capacitarlos y ofrecer alternativas de subsistencia.

Reconoció la iniciativa de particulares que deciden voluntariamente destinar una parte de su propiedad para conservación y mantener un servicio ambiental, la permanencia de proyectos ecológicos, económicos y sociales, así como la preservación y mejoramiento de servicios ambientales, de los cuales todos se benefician.

La presidenta de la Comisión de Pueblos Indígenas, diputada Irma Juan Carlos, destacó el trabajo de las poblaciones originarias, en particular de la Chinantla Alta, Oaxaca, quienes por años han conservado los bosques y poseen gran riqueza de recursos naturales, dado que es una zona que produce agua y recarga los mantos acuíferos.

Preguntó cómo se retribuirá a las comunidades que producen agua, oxígeno, alimentos y dan grandes aportes para la sobrevivencia humana. Indicó que es fundamental que las empresas que contaminan, aprovechan y explotan los recursos, retribuyan a la preservación de los recursos que generan los pueblos indígenas.

El senador Eduardo Enrique Murat Hinojosa (PVEM),  presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, sostuvo que en el país existen cerca de 417 mil hectáreas de ADVC, lo que representa 388 espacios naturales en alrededor de 20 entidades.

“Las cifras son contundentes. A diez años de su creación las áreas protegidas voluntarias han sido triplicadas y su naturaleza ha garantizado su éxito, pues los particulares tienen la convicción de conservar y gestionar estos sitios para la conservación de los recursos naturales”.

Enfatizó que el medio ambiente no es de nadie; es de todos, por lo que su conservación requiere suma de voluntades, sin mezquindad, ni protagonismo. Refirió que es urgente sensibilizar a la sociedad y autoridades para que se logre un equilibrio entre progreso y protección de la naturaleza; es decir, el tan anhelado desarrollo sustentable.

El senador expuso que es necesario que los propietarios tengan los estímulos necesarios para que continúen con el cuidado de las ADVC, pues gracias a ellas todos los ciudadanos disfrutamos de servicios ambientales, como recarga de acuíferos, captura de carbono y mitigación de los efectos del cambio climático.

“Estos espacios padecen de la tala clandestina o invasión de predios, por eso las tenemos que apoyar y proteger”, por lo que solicitó a la Cámara de Diputados destinar presupuesto y que no se vea como gasto, sino una inversión para el país.

Andrew Rhodes Espinosa, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, órgano desconcentrado de la Semarnat, afirmó que las ADVC tienen un gran potencial que debe desarrollarse significativamente en los próximos años. Para lograrlo es indispensable mejorar el marco jurídico y las capacidades institucionales en conjunción con las organizaciones de la sociedad civil que promuevan y consoliden este modelo en el ámbito nacional.

“Las áreas naturales protegidas no son un obstáculo al desarrollo, son el corazón mismo de un México sustentable” en un marco de corresponsabilidad de esfuerzos y compromiso activo de los sectores.

Urgió a no escatimar el trabajo con las comunidades rurales y proteger la biodiversidad, en favor de un México sustentable que preserve la ecología, mediante la ADVC.

Destacó que en la última década estas áreas han sido instrumento valioso para la conservación ambiental en el país. A la fecha existen 332 áreas certificadas, más de 490 mil hectáreas en este esquema de conservación en 24 estados de la República y participan más de 84 mil personas.

“Es imperativo mejorar el manejo que se hace de las áreas naturales protegidas y promover la conectividad y representatividad de ecosistemas y especies a través de las ADVC” con la incorporación de los habitantes para fortalecer la gobernanza y aprovechar de forma sustentable los recursos.

Jean Baptiste Sabatié, director regional de la Agencia Francesa de Desarrollo, patentizó la disposición de su país a colaborar con México para consolidar los esfuerzos de protección de las áreas naturales y biodiversidad, en particular los ecosistemas marinos que requieren atención inmediata.

Sostuvo que la conservación de ecosistemas y sus servicios es tarea interminable, por lo que cambiar los paradigmas y encontrar formas innovadoras para lograrlo es fundamental. Celebró que se tenga más conciencia de la necesidad de resguardar el patrimonio natural.

Reconoció la labor de los diversos sectores que desde sus responsabilidades trabajan para lograr la conservación de la biodiversidad. Sobre todo, de particulares que de forma voluntaria deciden proteger una parte de sus predios y garantizar un medio ambiente equilibrado para convivir en paz.

Francia tiene mucho que aprender de los mexicanos porque requiere incrementar las ADVC, modelo muy innovador que debe consolidarse y exportarse.

Inauguran exposición fotográfica

Asimismo, los participantes en el foro inauguraron la exposición fotográfica: “Fortalecimiento a las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC)”, en el vestíbulo principal del Palacio Legislativo de San Lázaro, la cual tiene como propósito difundir la importancia de estos espacios naturales.

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