Redacción.- La Cámara de Senadores hizo un respetuoso llamado al Departamento de Comercio y Pesca de Estados Unidos y al Senado de ese país, a efecto de evitar que se apruebe la suspensión de veda solicitada por la Tribu Makah para cazar ballenas grises y mamíferos marinos.
La Asamblea manifestó su preocupación por la afectación que pudieran sufrir las economías de Baja California y Baja California Sur y por la grave afectación a esos cetáceos, si la medida es aprobada.
Al dar lectura al pronunciamiento, la presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández Balboa, dijo que es sabido que los estados de Baja California y Baja California Sur, son santuarios de estos impresionantes mamíferos marinos.
De ser afirmativa esta resolución, señaló, sentará un mal precedente en los esfuerzos internacionales para conservar a las ballenas y afectaría diversos tratados internacionales en materia de protección de la vida marina.
Recordó que este ser vivo sortea diversos peligros en su migración por la falta de alimento y la modificación de la temperatura del mar, derivado del cambio climático.
Mónica Fernández confió en la capacidad de México y Estados Unidos para hacer compatible el desarrollo social y la protección del medio ambiente.
Previamente, el Pleno aprobó un dictamen, donde solicitó a las secretarías de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente y Recursos Naturales informen sobre las acciones realizadas ante el gobierno de Estados Unidos, respecto de la suspensión de veda solicitada por la Tribu Makah para que pueda cazar ballena gris y mamíferos marinos.
Pidió a esas dependencias que ofrezcan al gobierno norteamericano la información sobre la derrama económica que se deriva del avistamiento de mamíferos marinos, y compartan los conocimientos con que cuentan científicos, organizaciones y prestadores de servicios para que se emprenda exitosamente el avistamiento de ballenas grises en Neah Bay.
De la misma manera, exhortó a dichas secretarías a que convoquen a científicos, expertos y organizaciones de la sociedad civil para estructurar un plan de acción ante la amenaza que podría representar la caza indiscriminada de mamíferos marinos.
En el dictamen se menciona que en Estados Unidos se ha dado la posibilidad de abrir la cacería de cetáceos, bajo el rubro “Cacería aborigen y de subsistencia para la Tribu Makah”, que habita en Seattle.
Se señala que los Makah solicitaron en 2019 una exención a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos para reiniciar la caza tradicional de ballenas, lo que les permitiría obtener hasta 20 ejemplares en los próximos 10 años.
La posibilidad de abrir la caza de la ballena gris podría poner en riesgo la supervivencia de la especie en caso de que no se controlara firmemente, además, puede representar un evento traumático e incluso poner en riesgo a otras especies, se advierte en el documento.
Recuerda que la ballena gris es una especie migratoria que tiene uno de sus hábitats principales en las costas de Baja California Sur. Es de vital importancia que existan mecanismos de coordinación, intercambio científico y un plan de acción para regular la caza de esta especie, controlar su población y garantizar que su número se mantenga constante.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte, Gina Andrea Cruz Blackledge, comentó que la finalidad es proteger a este cetáceo que emigra a costas mexicanas, especialmente a Baja California Sur, donde contribuye a fortalecer el turismo peninsular.
Cuidar a las bellas, subrayó, es también cuidarnos a nosotros mismos, proteger fuentes de empleo, garantizar la derrama económica, pero principalmente, demostrar que estamos en favor de la cultura de la vida.
La legisladora María Guadalupe Saldaña Cisneros, del PAN, consideró necesario que el gobierno federal realice las gestiones diplomáticas conducentes para lograr que se evite el otorgamiento de estos permisos de cacería de ballena gris.
Además, dijo que es importante que el Senado se pronuncie por la protección de los recursos naturales y de las fuentes de ingreso de las comunidades costeras de México, en particular de Baja California Sur, pues podrían resultar severamente afectadas si se aprobara la cacería de los cetáceos.
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