Líderes religiosos bajo sospecha de finanzas poco santas
Cuando líderes religiosos de fama internacional o sus iglesias, algunas bien afianzadas en países de las Américas, son acusados de delitos financieros como el lavado de dinero o el fraude, los líderes pueden enfrentar años de escrutinio, pero no se llega fácilmente a confirmar o desechar las sospechas o denuncias. Este es uno de los hallazgos de la investigación periodística transfronteriza Paraísos de Dinero y Fe, realizada por Columbia Journalism Investigations (CJI), el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, y otros nueve medios, la cual revisó más de 60 investigaciones y casos judiciales recientes que involucran a iglesias o sus jerarcas.
Esta investigación encontró casos en Brasil, Argentina, México, Chile y Colombia, en los que las autoridades —unidades anti-lavado o fiscalías — han abierto pesquisas por movimientos financieros sospechosos, acumulación de propiedades de lujo a nombre de los líderes o sus familias o presunta evasión de impuestos. En algunos procesos han pasado años y no se han formalizado cargos ni terminado la indagación, y en al menos uno, prescribieron los plazos sin que hubiera una definición.
Investigar a los pastores y a las iglesias por posibles delitos financieros presenta retos, dice Marcus Owens, ex director de la División de Organizaciones Exentas del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS), que supervisa las iglesias.
«No es como investigar el lavado de dinero por sí mismo», dice. “[Cuando investigas las iglesias] estás sugiriendo un comportamiento inapropiado por parte de un grupo que muchos en la sociedad admiran. La pregunta no es si la investigación está bien fundamentada o no”.
En Brasil, Ministério Madureira, una de las ramas de la principal iglesia evangélica del país, la Asamblea de Dios, fue involucrada con un supuesto caso de lavado de activos. La investigación también involucra al líder del Ministerio Brás de la misma iglesia, Samuel Cassio Ferreira. Están bajo investigación desde 2015 por posible lavado de un soborno pagado a un político condenado en Lava Jato (la investigación sobre el esquema de corrupción masiva que involucró a la petrolera estatal Petrobras).
El caso surgió cuando un colaborador del caso Lava Jato reveló información que llevó a los fiscales a indagar si la Asamblea de Dios Madureira y Cassio Ferreira estaban lavando dinero del esquema de corrupción.
La indagación preliminar ante una corte federal trata de establecer si Cassio Ferreira ha lavado dinero en las cuentas bancarias de la Assembleia de Deus para Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara baja del Congreso brasileño, condenado en 2017 a 15 años de prisión por corrupción, lavado de dinero y malversación.
Presuntamente, una parte del dinero de su soborno —que según el colaborador del caso contra Cunha eran 250,000 reales, equivalentes a unos 50,000 dólares– fue depositada por dos compañías en la cuenta bancaria de la iglesia. El abogado de Samuel Cassio Ferreira, Antônio Carlos de Almeida Castro, ha dicho que su cliente todavía no fue oído a respecto de los hechos investigados y que los depósitos hechos en la cuenta de la Iglesia fueron debidamente contabilizados y se relacionan con su función principal (recibir donaciones), sin ninguna irregularidad.
Esta investigación periodística contactó a la Iglesia para que ampliara su versión del caso, pero no respondió hasta la fecha de publicación. Los investigadores aún no han formulado cargos y el proceso que lleva la corte federal está actualmente sellado al público.
En Argentina, la justicia abrió una investigación contra la filial local de otra gran iglesia brasileña, la Iglesia Universal del Reino de Dios —creada por el líder evangélico y empresario de medios Edir Macedo — por numerosos depósitos de grandes sumas de dinero en efectivo en cuentas de la iglesia. La Unidad de Información Financiera (UIF), la entidad anti-lavado de Argentina, reportó estas operaciones como sospechosos de lavado de activos porque no pudo corroborar su licitud y origen. La UIF determinó que el dinero fue luego movido en otras operaciones bancarias y que también se usó para la compra de autos, inmuebles y un avión.
Esta información fue publicada originalmente por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en: https://
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