La Zona Arqueológica de Tehuacalco recorre México a través de billete de lotería

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Con la imagen de la Zona Arqueológica de Tehuacalco, la Lotería Nacional presentó el billete de su Sorteo Superior No. 2688, en una develación que reunió a autoridades de este organismo, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y del Gobierno del Estado de Guerrero.

La directora de Lotería Nacional, Margarita González Saravia Calderón, señaló que los dos millones 400 mil cachitos que ya se venden para dicho sorteo –cuyo Premio Mayor asciende a 17 millones de pesos–, son parte de un esfuerzo inédito para difundir el patrimonio cultural de nuestro país y conmemorar la trayectoria de instituciones como la que dirige, la cual tiene más de 250 años de historia.

Tras agradecer la presencia del secretario de Turismo de Guerrero, Ernesto Rodríguez Escalona, y del encargado de la Zona Arqueológica de Tehuacalco, Miguel Pérez Negrete, la funcionaria señaló que este sitio patrimonial es el número 20 que, conjuntamente con el INAH, se promueve en el territorio nacional a través de los billetes de lotería, los cuales se distribuyen en 12 mil puntos de venta.

En representación de la directora del Centro INAH Guerrero, Blanca Jiménez Padilla, el arqueólogo Miguel Pérez Negrete agradeció la distinción dada por Lotería Nacional a Tehuacalco, una zona que, dijo, tuvo diversas ocupaciones durante tres mil años, previo a la llegada de los españoles.

Este asentamiento –cuyo nombre deriva de las raíces nahuas tetl, huacalli, co (el lugar de la caja de piedra) o teotl, atl, calli, co (el lugar de la casa del agua sagrada), inició su historia hacia el año 900 a.C., como una pequeña aldea. Un segundo asentamiento, entre los años 650 y 1150 de nuestra era, marcaría su esplendor al erigirse los mayores edificios, juegos de pelota, plazas y estanques, entre otras construcciones de las que hoy se reportan vestigios.

“En esa época Tehuacalco tuvo una sociedad sumamente organizada; eran matemáticos y astrónomos según dan cuenta sus edificios, cuya orientación está relacionada con los fenómenos solares. Y sabemos que su organización fue tal que les permitió entrar en contacto con Tula, la gran capital del periodo Epiclásico (600-900 d.C.)”.

No obstante lo anterior, se produjo un nuevo abandono que mantuvo a la ciudad desocupada durante un par de siglos, hasta que a finales del periodo Posclásico (1200-1521 d.C.) la etnia yope arribó a la ciudad y construyó sus casas encima de los templos y edificios pretéritos.

Los yopes, agregó el arqueólogo, fueron un grupo reconocido por su belicosidad, factor que les ayudó a nunca ser conquistados por la Triple Alianza, pero que también los condujo a su exterminio en el siglo XVI, ya que su resistencia al contacto con los hispanos mermó completamente su presencia.

Pérez Negrete concluyó su participación invitando al público a visitar Tehuacalco en los meses entrantes –la zona arqueológica continúa cerrada como medida preventiva ante la COVID-19–, ya que se trata de un sitio que atrajo durante milenios a diversos grupos humanos: por un lado, gracias a su ubicación como enlace comercial entre el Altiplano y la Costa; y por otro, dada la presencia de cuatro cerros en sus flancos, que debieron ser vistos como una representación de los cuatro rumbos del cosmos prehispánico.

Finalmente, el secretario de Turismo del Estado de Guerrero, Ernesto Rodríguez Escalona, agradeció a Lotería Nacional el apoyo en la difusión, y al INAH en la investigación y exploración arqueológica, “son elementos clave para crear sinergias con el sector turístico y las comunidades”.

Enfatizando las medidas de protección sanitaria y restricciones por el semáforo epidemiológico, el funcionario estatal reiteró la invitación a visitar Tehuacalco y las otras nueve zonas arqueológicas ubicadas en Guerrero.

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