La disputa por el agua

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El proyecto para la construcción de la presa Milpillas en el municipio de Jiménez del Téul se encuentra en una fase de debate público pero en caminos distintos, en donde se bifurcan los foros y se cae en una especie de diálogo de sordos ante un problema de escasez de agua en la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas.

Empecinado en autoproclamarse como el gobernador que generó el mayor número de obras de infraestructura en el estado, Miguel Alonso Reyes anunció en la lectura de su V Informe de gobierno el 8 de septiembre de 2015, la construcción de la presa Milpillas con lo cual se abatiría la escasez de agua en Zacatecas.

Alonso Reyes reiteraría la viabilidad de la magna obra hídrica en su VI Informe de gobierno, proyecto que sería retomado por la actual administración de Alejandro Tello Cristerna y que hoy se encuentra en medio del debate, el condicionamiento y la definición política y jurídica.

Además de tinta sobre el tema han corrido también las movilizaciones de algunos ejidatarios que se oponen a la construcción de la mencionada presa, sobre todo de las comunidades de Atotonilco y El Potrero.

El problema de escasez de agua en Zacatecas es ancestral debido, entre otros factores, a la falta de una atención permanente de los gobernantes para disponer por un lado, de una red eficiente de conducción del vital líquido y por el otro, a causa del crecimiento desordenado de la mancha urbana.

Zacatecas ha registrado en los últimos decenios un crecimiento urbano muy fuerte que ha obligado a las autoridades gubernamentales, a proveer cada vez más agua del subsuelo a través de la perforación de pozos, lo que ha provocado un preocupante abatimiento de los mantos freáticos de la entidad.

En Zacatecas existen cuatro sistemas de abastecimiento de agua potable: la Zacatecana que empezó su explotación en 1938; Calera que inició actividad en 1966 y que también es conocido como La Joya; Guadalupe-Bañuelos-San Ramón que inició operaciones en 1982 y el que puso en marcha el ex gobernador Genaro Borrego Estrada en 1991, Benito Juárez, del que dijo que con ese sistema Zacatecas no tendría problemas de abasto en 20 años.

Cabe recordar que durante la mitad del sexenio de Borrego Estrada estalló la crisis de desabasto de agua potable en la zona urbana. Decenas de familia salían a las calles con las cubetas vacías para demandar el vital líquido.

Algunos colonos radicalizaron las acciones al bloquear el Boulevard Adolfo López Mateos y algunas calles del centro de la ciudad, a causa de la carencia de agua potable en las colonias. Borrego Estrada dio solución a esa problemática no sin un dejo de amargura: mi obra está enterrada, no se verá, decía metafóricamente, pero la realidad es que la población aun lo recuerda con gratitud.

Para proveer de agua potable a la población se establecieron tres subsistemas que conjunta e integralmente componen una red de 52 pozos para abastecer a una población creciente.

Para ejemplificar lo anterior es importante mencionar que la zona noreste del municipio de Guadalupe se abastece del sistema Bañuelos-San Ramón, integrado en la actualidad por tuberías dañadas y diseñado para dar servicio a 36 mil habitantes, pero en la actualidad le proporciona el vital líquido a 100 mil usuarios aproximadamente.

A pesar del énfasis que se pone en la problemática del consumo de agua en la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas, el problema mayor está en las zonas agrícolas.

De acuerdo a datos de la Comisión Nacional del Agua, aproximadamente el 72% del agua que se extrae de los tres principales sistemas se destina al sector agrícola, el 21% al sector urbano y el resto al sector industrial, lo que significa que el campo consume la mayor parte de la extracción del subsuelo, lo cual se debe en gran parte al derroche de agua en los cultivos y la obsolecencia en los sistemas de riego, entre otros factores.

El pasado 17 de diciembre de 2018 el gobenador Alejandro Tello Cristerna encabezó un foro de análisis sobre la construcción de la presa Milpillas que tuvo el objetivo de socializar el tema, sobre todo después de la oposición de ejidatarios y del involucramiento en su favor de organizaciones sociales, políticas y de académicos universitarios.

Los municipios de Zacatecas y Guadalupe tienen un déficit considerado mínimo de 900 litros por segundo en el suministro, lo que proyecta el abatimiento de los pozos en un período de cinco años, debido a que anualmente los pozos bajan de uno a tres metros, lo que implica elevación de los costos de extracción y agua de menor calidad.

El multicitado proyecto hídrico pretende beneficiar a 515 mil habitantes del corredor  Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe, en donde se concentra aproximadamente el 35 por ciento de la población del estado, para lo cual se aprovecharía un título de concesión otorgado por la Conagua (Comisión Nacional del Agua) al gobierno zacatecano por un volumen de 42 millones de metros cúbicos para el aprovechamiento del agua almacenada con fines exclusivos de uso público-urbano.

Existe dos posturas diametralmente distintas en torno a la construcción de la presa con enfoques técnicos, sociales y productivos muy distintos que no han podido conciliarse, a pesar de los llamados a participar en los foros de análisis que iniciaron desde el año pasado.

Sin embargo el viernes pasado durante la Primera reunión de expertos en manejo integral de cuencas hidrográficas que se realizó bajo el título “propuestas estratégicas para el manejo de la cuenca hidrográfica del Río Milpillas”, el presidente municipal de Zacatecas, Ulises Mejía Haro, de extracción Morenista se pronunció a favor de su realización al señalar lo siguiente:

“Estamos de acuerdo de que se lleve a cabo este proyecto desde el municipio de Zacatecas, porque sabemos que va a garantizar el abastecimien de agua potable a más de 500 mil habitantes y cuando menos siete municipios por los próximos 50 años. Estamos de acuerdo en que podamos trabajar en conjunto pero necesitamos tener la certeza de que podamos concensar de una manera adecuada”.

¿Se podrá concensar el proyecto para la construcción de la presa Milpillas?

Al tiempo.

@juangomezac

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