Ciudad de México, a 16 de junio de 2018 (CONADE).- La joven judoca, originaria de Chiapas, Itzel Pechá Tapia, se prepara en instalaciones de la CONADE para asistir a los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, después de su brillante participación en la Copa Panamericana de Judo Cadete-Junior, celebrada esta semana en Lima, Perú.
La chiapaneca obtuvo la medalla de oro en la categoría -63 kg., con lo que logró posicionarse en el segundo lugar del ranking mundial con 382 puntos y en lugar décimo tercero en el ranking Olímpico Juvenil, con 140 puntos.
La joven fue convocada hace tres meses para formar parte de la Selección Nacional de Judo, y desde entonces se encuentra concentrada en las instalaciones de Villas Tlalpan de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
Estudia la preparatoria y le gustaría cursar la Licenciatura en Psicología, por lo pronto, entrena toda la semana en Villas Tlalpan y cuando está fuera de competencia y de entrenamientos prefiere la vida hogareña, acompañada de su familia.
En entrevista, luego de una mañana de entrenamiento, compartió que los momentos más difíciles de su carrera, que la llevaron, incluso, a pensar en dejar las competencias, fue la muerte de su padre, hace dos años.
“Tengo tiempo de querer dejar el deporte porque me desanimé por la pérdida de mi papá, pero me aconsejaron que tenía que tomarlo como una motivación más y pues eso es lo que me ayuda a seguir entrenando y a echarle ganas.
Desde entonces, Itzel trabaja para superar esa pérdida y convertir la desesperanza en esperanza, y ahora dedica su carrera y sus triunfos a su padre, que debe sentirse muy orgulloso de ella.
“Voy a cumplir dos años de haber perdido a mi papá. Estoy muy contenta de poder lograr los resultados esperados y si es lo que quería lograr para que él esté orgulloso de mí”.
Visiblemente emocionada por el recuerdo de su padre, Itzel Pechá Tapia aseguró que para formarse una mentalidad de campeona “se necesita tener ganas”, y contar con todo el apoyo para lograr los objetivos.
Añadió que para poder ganar y obtener los puntos que requiere para participar en los Juegos Olímpicos de la Juventud, trabaja con psicólogos y nutriólogos.
La atleta compartió que su gusto por el judo lo desarrolló desde la edad de nueve años en casa, con sus tíos, quienes le enseñaron la disciplina, y aunque es un deporte mayormente para hombres, puede ser practicado por las mujeres, “es brusco, sí, pero nos ayuda a fortalecernos físicamente y también el carácter”, comentó.
“En lo personal si aconsejo que a los jóvenes que practiquen un deporte y si es judo mejor, porque en lo personal considero que el judo es un deporte formativo”, consideró.
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