Es tradición usar electoralmente al PGR

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Para nadie es secreto que, ante tantos casos de acusaciones que se registran en plenas campañas electorales o elecciones,  la Procuraduría General de la República (PGR) ha sido instrumentada como herramienta para atacar a los aspirantes que no son del partido en el gobierno.

Si bien es cierto que el caso más reciente es el del candidato del Frente del PAN, PRD y Movimiento naranja, Ricardo Anaya que acusan hasta de lo inimaginable, bueno también es cierto que hay otros en el pasado.

Que tan grave es el caso que en el Senado de Ernesto Cordero están por llevar a discusión para buscar frenar este tipo de acciones que no abonan y si generan mala imagen al país  en plenos procesos electorales. Vaya una mancha a las elecciones.

Basta recordar  algunos casos como el de Andrés Manuel López Obrador que fue incluso a juicio político hasta San Lázaro; el senador, Arturo Zamora en Jalisco, de Greg Sánchez en Quintana Roo y el de Josefina Vázquez Mota, por citar algunos.

En el que caso del propio López Obrador que lo llevaron a juicio político, su detención no fue por  mañosadas o presunto lavado de dinero o líos con narcos, sino por desacato judicial donde  interviene la PGR.

Desde luego que llevaba un posicionamiento extraordinario como jefe del gobierno y candidato natural de las izquierdas, vaya del PRD, PT y MC,  para la Presidencia de México en un enfrentamiento con el PAN y el gobierno de Vicente Fox.

Al mismo tiempo en Jalisco,  el ahora senador con licencia y líder de la CNOP, Arturo Zamora recibió un tratamiento de acusaciones de la PGR ligado al narcotráfico.

Era el candidato con mayores posibilidades para llegar al gobierno del estado, por las cifras desahogadas a su favor y que superaban a su adversario panistas, Emilio González, pero la guerra sucia y el lodazal que recibió, prácticamente lo dejaron fuera de la contienda.

Al paso del tiempo recibió una disculpa y un usted perdone, todo se volvió a su normalidad  como si no hubiese pasado nada, lo malo fue que ya habían pasado las elecciones.

En  Quintana Roo también, los panistas con la PGR desactivaron al perredista Gregorio “Greg” Sánchez, un empresario político y cristiano que daba continuidad al capital político del famoso “Chacho” Juan Ignacio García Zalvidea que en 2005 le andaba arrebatando la gubernatura al eterno PRI que, dicen los que saben le robaron la elección.

Greg Sánchez fue detenido en plena campaña electoral acusado de nexos con el narcotráfico y lavado de dinero, cuando competía por la gubernatura contra el priista Roberto Borge. Obviamente fue encarcelado y perdió la oportunidad de seguir el juego. Aún así y ya en la cárcel, logró una votación más que significante.

Cuando llegó el PRI, en el 2017 la PGR también le hizo el circo a la aspirante al gobierno del Estado de México,  Josefina Vázquez Mota. La acuso con todo. No  prendió y ella busco defenderse hasta lograr limpiar su imagen, porque todo fue un levantamiento de falsedades. El daño a su campaña estaba hecho.

 

Hoy se repite  la historia contra el panista Ricardo Anaya, un candidato que ha sufrido descalabro tras descalabro no solo de los priistas, sino también de los calderonistas pues por no dejar pasar a  Margarita Zavala, esposa del ex Presidente Felipe Calderón, se le fueron a la yugular.

La PGR no ha logrado meter a la cárcel a ninguno de los políticos acusados o señalados en esas etapas electorales, pero si ha logrado generar, en algunos casos mala imagen y, en otros, fortalecer al inculpado. Vamos a ver cuál será el caso de Anaya, porque parece que ya la libró.

EN SAN LAZARO TAMBIEN llego el tema y provocó el choque de panistas y perredistas contra los priistas. Como es tradición, los legisladores disponen del escenario del pleno para atizar a sus enemigos, pues saben que la sesión está al aire y no hay nada que la suprima, vaya lo que se dice se escucha y lo que se hace se ve.

Con señalamientos alusivos a Anaya inició la confrontación con el lodazal que aventaron los priistas en voz de Arturo Goicochea que hasta mantas con leyenda de candiratón y simulaciones de billetes de diez mil. El mandamás de la bancada tricolor, Carlos Iriarte comandaba desde su curul el ataque.

Pero les reviraron los perredistas y panistas de Marko Cortés y Francisco Martínez Neri, que pidieron que no se frene el juicio político contra el tesorero del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte Antonio Tarek, pues de que  ahí hay desvíos millonarios que debe responder y regresar al pueblo veracruzano, claro que los hay. Antes ambos de la alianza Frente Por México, promovieron juicio político contra el encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán.

Nada para nadie podríamos decir del resultado, solo una exhibición más de cómo se la gastan los legisladores en pleno proceso electoral, tal vez por ello reaccionó a tiempo el presidente de la Cámara de Diputados, Edgardo Romo para dar por terminada la acalorada sesión.

ALFONSO NAVARRETE PRIDA anda muy movido con las tareas de Secretario de Gobernación, y cualquiera pensaría que parece que va arrancando el sexenio, cuando la realidad esa operatividad no se ve, obvio, al final de un gobierno.

Ayer atendió a gobernadores del PRD, Graco Ramírez de Morelos, Silvano Aureoles de Michoacán y de la CDMX, Miguel Angel Mancera.  Antes lo hizo con los priistas y será con el resto de colores. La inseguridad es parte de estos temas.

CANAL ONCE que dirige Jimena Saldaña anuncio anoche la tercera temporada de Paramédicos, una serie que por su significante aceptación en las preferencias,  fue adoptada por la poderosa plataforma Netflix. Con horarios de las 23 horas, celebraran las transmisiones a partir del 7 de marzo. La importancia de la serie es precisamente la operatividad que realizan los paramédicos, sobre todo de la Cruz Roja, una institución que está en plena colecta.

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