Enfermedad renal en México: prevención, promoción, atención y seguimiento

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Ciudad de México, 10 de marzo de 2022.- Estudios realizados en nuestro país han estimado una prevalencia de enfermedad renal de 12.2 por ciento y una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes; en la mayoría de los casos se puede prevenir al ser consecuencia de hipertensión y diabetes mal controladas, así como de obesidad u otros padecimientos crónicos, informó el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.

 

 

 

Al clausurar de manera virtual la ceremonia por el Día Mundial del Riñón, este 10 de marzo, el titular del ramo afirmó que el pilar fundamental en la atención de la enfermedad renal es la prevención, ya que ningún sistema de salud tiene la capacidad económica y de infraestructura para tratar este padecimiento en etapas terminales.

 

 

 

Más de la mitad de los recursos destinados a la salud se invierten en la atención de las enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas, la enfermedad renal crónica (ERC):

 

 

 

“Si no disminuimos el número de pacientes que llega a etapas tardías, el impacto tanto por gastos de atención como por pérdida de años de vida saludable pondrá en riesgo al sector salud.”

 

 

 

Indicó que el camino es implementar y operar una estrategia nacional que haga frente a la creciente incidencia de casos de esta enfermedad; centrada en la persona, aplicada en las comunidades y basada en la prevención, así como la creación de un registro nacional que permita conocer las características de la enfermedad en cada región del país y enfocar los esfuerzos en las áreas que más lo requieran.

 

 

 

Al mismo tiempo, se necesita instrumentar una política universal de donación y trasplantes, que garantice la trazabilidad, el destino y la funcionalidad de cada órgano, desde la donación, procuración, trasplante y seguimiento del paciente para evitar el rechazo inmunológico.

 

 

 

Alcocer Varela mencionó que la enfermedad renal no respeta edad, género, ideología o estrato social; puede afectar a cualquiera y sus consecuencias son devastadoras para pacientes, familias y el sistema de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima en 10 por ciento la prevalencia global de la enfermedad renal.

 

 

 

El titular de Salud precisó que existen otras causas de enfermedad renal crónica, como es el uso de agroquímicos, falta de acceso al agua potable, automedicación, toma de suplementos, disfunción renal secundaria a enfermedades autoinmunes o por fallo de otro órgano, como en el síndrome cardiorrenal o hepatorrenal.

 

 

 

Ante esta situación, es fundamental la adopción de estilos de vida saludable, consumo de agua simple, ejercicio regular, evitar el sobrepeso y la obesidad, reducir el consumo de sal, alimentos ultraprocesados o con aditivos de fosfato, así como de bebidas azucaradas y tabaco y, en la medida de lo posible, antiinflamatorios.

 

 

 

Al referirse al diagnóstico oportuno, puntualizó que el personal de salud debe contar con las herramientas clínicas y de laboratorio, que son esenciales para poder detectar en etapa temprana a las personas en riesgo, e incidir en la modificación de hábitos y estilos de vida, además de brindar tratamiento apropiado para evitar que la enfermedad evolucione.

 

 

 

También es necesario garantizar el acceso equitativo a servicios de salud, ya que es precisamente en las comunidades donde más se resiente la carga de la enfermedad renal, advirtió.

 

 

 

En la ceremonia, el director general del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), José Salvador Aburto Morales, afirmó que, a dos años de la pandemia, México ha ido recuperando su capacidad de atención y seguimiento de la donación y trasplante de órganos y tejidos, al disminuir la demanda de hospitalización de pacientes COVID-19.

 

 

 

En lo que va de 2022, unidades médicas públicas y privadas han realizado 577 trasplantes de órganos provenientes de donadores vivos o fallecidos. Durante 2021 efectuó mil 971 trasplantes renales, de los cuales 76 por ciento corresponde a donantes vivos. Del total, 42 por ciento se realizó en establecimientos privados, por lo que es necesario promover la donación de personas fallecidas.

 

 

 

El director general del Cenatra detalló que, durante la pandemia, este centro ha desarrollado estrategias para optimizar y mejorar la atención de pacientes, especialmente de quienes no cuentan con seguridad social, a través de la conformación de redes integradas y regionales de servicios. Se definió la necesidad de un sistema universal de distribución, asignación y trasplantes, para mejorar los tiempos de isquemia, disponibilidad de estudios de compatibilidad y resultados de las intervenciones quirúrgicas.

 

 

 

Añadió que se deben sumar esfuerzos entre instituciones de salud públicas y privadas, redes de hospitales donantes y trasplantadores, equipos multidisciplinarios contratados expresamente para estas actividades, coordinadores de donación y equipos quirúrgicos para atender el llamado de procuración y trasplantes.

 

 

 

El infectólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) “Ismael Cosío Villegas”, Víctor Hugo Ahumada Topete, puntualizó la necesidad de que las personas con ERC se vacunen contra COVID-19 ante el riesgo de padecer enfermedad grave en caso de contagiarse, ya que aun cuando la pandemia va a la baja, no ha terminado.

 

 

 

Señaló que el Cenatra tiene registradas 486 personas trasplantadas que se contagiaron de SARS-CoV-2, de las cuales 125 fallecieron por COVID-19, lo que demuestra que son altamente vulnerables a enfermar y morir, por lo que se debe seguir impulsando la vacunación en este grupo.

 

 

 

Al respecto, el presidente del Instituto Mexicano de Investigaciones Nefrológicas (IMIN), Edgar Dehesa López, detalló que existen factores de susceptibilidad no modificables que predisponen el desarrollo de este padecimiento, como la edad, género, raza, historia familiar y genética.

 

 

 

Recomendó a personas con diabetes, hipertensión, obesidad u otra enfermedad crónica o con factores predisponentes, acudir a revisión médica sobre la función renal, monitoreo de la presión arterial, control regular de los niveles de glucosa en sangre y no automedicarse. También, la alimentación adecuada, actividad física, beber agua simple potable y no fumar.

 

 

 

La presidenta de la Sociedad Mexicana de Trasplantes AC, Mara Medeiros Domingo, informó que datos del Cenatra muestran que en México, más de 17 mil personas están en lista de espera de un trasplante renal; y que en el 2019 se realizaron dos mil 989 intervenciones; en el 2020, 913, y el año pasado, mil 971.

 

 

 

Dio a conocer que el primer trasplante renal exitoso fue en 1954 en gemelos idénticos. En la actualidad es el tratamiento de elección para pacientes con enfermedad renal crónica irreversible. La primera cirugía de este tipo en persona adulta se efectuó en 1963 y la pediátrica en 1967.

 

 

 

La paciente recuperada Lizeth Balsadúa Navarro relató que, a seis meses de haber sido diagnosticada con enfermedad renal, un familiar pudo darle una esperanza a través de la donación en vida.

 

 

 

Expuso que la enfermedad renal no está visibilizada ni existe la cultura de la prevención, pues las personas acuden a solicitar atención médica en etapas avanzadas, cuando la única solución es la diálisis, hemodiálisis o el trasplante porque están en riesgo de fallecer.

 

 

 

El Día Mundial del Riñón se instauró en 2006 por iniciativa de la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF), con el objetivo de crear consciencia sobre el continuo y persistente desconocimiento de la ERC.

 

 

 

Bajo el lema “Salud renal para todos” esta efeméride involucra a profesionales de la salud, de la investigación, pacientes, representantes de gobiernos y especialistas en políticas de salud, organizaciones de nefrología y fundaciones internacionales para destacar la necesidad de tener una visión integral y equitativa de la salud renal.

 

 

 

La enfermedad renal crónica representa un problema de salud pública que requiere la integración y articulación de todas las instituciones sanitarias, a través de un modelo de atención que incluya las intervenciones de prevención y de promoción de la salud.

 

 

 

En la ceremonia también participaron la secretaria de Salud y el director general del Centro Estatal de Trasplantes del estado de Querétaro, María Martina Pérez Rendón y Álvaro Ugalde Zarazúa, respectivamente.

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