El escenario de la sucesión zacatecana

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El secretario del Campo (Secampo) Adolfo Bonilla Gómez y la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, levantaron de sus sillas a los aspirantes a una candidatura por el gobierno de Zacatecas, cuya expectativa mediática se había centrado solo en los contendientes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

 

El pasado fin de semana el secretario del Campo (Secampo) festejó su cumpleaños en un hotel propiedad del empresario Pedro Inguanzo Varela, hombre cercano al ex gobernador Ricardo Monreal, en donde llamó la atención dos factores: la cantidad de invitados que se congregaron y la representatividad plural de los comensales.

 

Bonilla Gómez es hijo del político y empresario fresnillense, José E. Bonilla Robles, ex diputado federal y ex senador de la República que dirigió la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad (CNPP) y que contendió por la gubernatura estatal en el año 2004, cuando la perredista Amalia García se alzó con la victoria electoral.

 

El festejo mostró el liderazgo de Bonilla Gómez, pero también la oportunidad de movilización de sectores de izquierda y derecha que carecen de un personaje que los aglutine o convoque.

 

El priismo zacatecano que había estado sosegado, silenciado y sin fuerza, encontró una reactivación del optimismo político.

 

La capacidad de convocatoria mostrada por “Fito” Bonilla es una vara muy alta para los aspirantes que participaron en la sucesión pasada, como Roberto Luévano Ruiz, secretario de Desarrollo Social; Carlos Peña Badillo, director del Instituto Zacatecano para la Educación de los Adultos y para la senadora Claudia Anaya Mota, quien se suma a la contienda interna por una candidatura tricolor en la sucesión gubernamental priista.

 

En Morena Zacatecas la baraja se amplía cada vez más entre sus aspirantes. David y Saúl Monreal Ávila, coordinador de Ganadería y presidente municipal de Fresnillo respectivamente, han resistido los embates del ex diputado local Luis Medina Lizalde, pero la visita que hiciera el miércoles pasado la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, activó los sensores de la sucesión interna morenista.

 

La zacatecana Rocío Nahle García, egresada de la Unidad Académica de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas, desde que se fue hacer su servicio social a Pemex en Coatzacoalcos, ya no regresó a su natal Río Grande.

Fincó una carrera profesional y después política en el estado de Veracruz, en donde formó una familia y fortaleció su identidad con aquél estado, al que ha representado en el congreso federal y en el Senado de la República, en donde tiene una licencia por tiempo indefinido.

 

La secretaria de Energía no tiene una estructura política como la de David Monreal en Zacatecas, pero es dueña de la confianza plena del presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue una de las coordinadoras de la campaña presidencial y como diputada federal coordinó a la fracción parlamentaria de Morena en San Lázaro.

 

Durante su visita a Zacatecas la secretaria de Energía del gobierno federal no se descartó como precandidata de Morena a la gubernatura estatal, aunque en otras declaraciones ha dicho que su corazón está en Veracruz…pero su ombligo en Zacatecas.

 

Y quien de plano meterá ruido en la sucesión de Morena por el gobierno del estado, es el senador José Narro Céspedes, quien pretende contender nuevamente por una candidatura estatal, pese al desgaste de su imagen.

 

En esta ampliación de la baraja morenista en el estado se suma el activismo del alcalde capitalino, Ulises Mejía Haro, quien viene empujando para ser considerado en la toma de decisión de una candidatura en el 2021.

 

Mientras esto sucede en dos partidos protagonistas, uno que gobierna y otro que emerge con fuerza política, en los tradicionales PAN y PRD la situación es de orfandad de liderazgo. Sus actuales dirigencias hacen todo lo posible por negociar una alianza con la expresión priista en el estado.

 

En el Partido del Trabajo (PT) el escenario es diferente. El diputado Alfredo Femat Bañuelos, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y secretario de la Educación de la cámara de diputados, aprovecha su momento político para perfilar una propuesta viable en la sucesión gubernamental.

 

El actual líder del PT en el estado y ex rector de la UAZ ha sido coherente en la búsqueda de recursos financieros para la Universidad Autónoma de Zacatecas; su apoyo a la actual administración del rector Antonio Guzmán Fernández, ha sido clave para que la administración central pueda tener solvencia para atender sus compromisos financieros de fin de año y perfilar, sin sobresaltos económicos, la sucesión rectoral de este año.

 

En la ruta petista se encuentra también la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, un cuadro político formado en el monrealismo, que hace serios esfuerzos para contender por una candidatura al gobierno estatal en el 2021.

 

La sucesión gubernamental ya se calentó y no se enfriará hasta que lleguen los tiempos electorales del Verano del ´21.

Al tiempo.

@juangomezac

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