Democracia y participación ciudadana

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La democracia es una forma de gobierno en la que todos los ciudadanos tienen la oportunidad, por medio de un proceso electoral, de escoger libremente quiénes serán sus gobernantes. Estos gobernantes son las personas que tendrán la responsabilidad de representar a los ciudadanos en la toma de decisiones que afectarán la vida del país y por ello la importancia de su elección.

La palabra democracia viene del griego demos significa “pueblo” y cracia “gobierno”. Es decir que la democracia significa el gobierno del pueblo.

La democracia es importante porque es la forma de gobierno más moderna, ya que supone que una sociedad es lo suficientemente madura como para comprender que es sólo a través de la representación de la mayor parte de la población que se puede alcanzar el bien común para las demás personas.

Cabe mencionar, que la democracia no solamente debe considerarse como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.

El artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que como ciudadanos tenemos el derecho de votar y poder ser votado para todos los cargos de elección popular.

El valor de la democracia encuentra su significado y su esencia en la participación ciudadana. La democracia obliga a las personas al respeto de las normas de convivencia social y desde luego a los ordenamientos jurídicos, estimando el bien común, un bien más valioso que el bien de un sólo individuo.

En nuestro país todas las personas gozan los derechos que amparan la Constitución Política. Todos somos iguales ante la ley, sin importar el origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, las diferencias sociales, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra situación que atente contra la dignidad humana.

Pero para que esto sea posible, además de ejercer la democracia, es indispensable respetar la ley y los derechos de los demás; por ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una cartilla con nuestros deberes como son:

Deberes con uno mismo: Cuidar nuestra integridad física y emocional; desarrollar las habilidades propias a través del estudio y el trabajo; buscar la superación personal, por medio de actividades culturales, artísticas y deportivas; cuidar el respeto a nuestros derechos, y en caso de que sean afectados, denunciarlo ante las autoridades correspondientes.

Deberes con la familia: Fomentar el respeto, la tolerancia y la armonía entre sus miembros; brindar a los hijos nombre, alimentos, vestido, vivienda, cuidados de salud y educación; fomentar una cultura de respeto a la ley y a la dignidad del ser humano y cuidar el estado de salud físico y emocional de nuestros padres y abuelos.

Deberes con la sociedad: Convivir de manera respetuosa con todas las personas; respetar la integridad física y emocional, la salud y la sexualidad de los demás; cuidar y conservar los bienes de uso común, como calles, semáforos, banquetas, parques y jardines, así como, actuar de manera cívica y solidaria con nuestros vecinos y con la comunidad, sin importar sus diferencias.

Deberes con las autoridades: Dirigirse con respeto a todo servidor público; cooperar con las autoridades a fin de que cumplan con la función que les corresponde; combatir la corrupción y denunciar los delitos ante las autoridades correspondientes y fortalecer a las instituciones públicas a través de nuestra participación

La responsabilidad de crecer como país no es solamente del Gobierno, sino también de nosotros como sociedad, ejerciendo y respetando la democracia y cumpliendo con nuestras obligaciones, tanto en lo individual como en lo colectivo.

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