El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México (INMUJERES CDMX) y el Fondo de las Naciones para la Infancia (UNICEF) en México realizaron la ceremonia de graduación de la segunda generación de la Escuela de Formación de Liderazgos Adolescentes de la capital del país, en la que 70 mujeres de 14 a 18 años de edad se formaron como promotoras de los derechos de niñas y adolescentes.
En el Museo Franz Mayer, la directora general del INMUJERES CDMX, Teresa Incháustegui Romero, enfatizó la importancia de abrir espacios para fortalecer la participación de las adolescentes, los liderazgos comunitarios, empoderarlas y brindarles herramientas para participar en el ámbito político e incidir en las decisiones colectivas de la Ciudad de México.
“Las mujeres somos las que producimos más del 50 por ciento del Producto Mundial Bruto, sin embargo, tenemos solamente propiedad en el cinco por ciento de los activos económicos”, detalló.
Explicó que las conclusiones del segundo Foro por la Igualdad y la No Discriminación de las Adolescentes de la CDMX y los resultados de la Escuela de Formación de Liderazgos formarán parte de una propuesta que será entregada a la nueva Secretaría de las Mujeres de la Ciudad de México, en la que se plantea desarrollar estas iniciativas en las 16 alcaldías, a través del Programa Ciudad Segura y Amigable para Mujeres y Niñas, para la creación de espacios públicos, lúdicos y culturales, con la participación de las y los jóvenes capitalinos.
La jefa del Programa de Educación de UNICEF México, Carmen López Flores, señaló que estos espacios favorecen el ejercicio del derecho a la participación establecido en la Convención sobre los Derechos de la Infancia y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, donde sus opiniones son escuchadas y tomadas en cuenta y se convierten en insumos para evaluar, mejorar, implementar y crear nuevas políticas públicas.
La oficial de Educación de UNICEF México, Paola Gómez Espinoza, sostuvo que las adolescentes salen de este proceso como talleristas, lideresas de sus escuelas y comunidades y tienen el compromiso de replicar los conocimientos adquiridos con otras jóvenes.
En la ceremonia, las alumnas llevaron a cabo actividades lúdicas para interactuar con las y los asistentes, con el objetivo de reflexionar sobre la importancia del derecho a la participación.
En total cursaron un taller de 40 horas divididas en 10 sesiones, con un programa integrado por temas como: perspectiva de género y no discriminación, relaciones afectivas, proyecto de vida y abandono escolar, educación integral de la sexualidad y prevención de embarazos en adolescentes, derecho a la salud y adicciones, uso responsable de Internet y redes sociales, vida libre de violencia, participación juvenil, derecho a la educación, habilidades para enfrentar situaciones de riesgo y fortalecimiento de liderazgo. Adicionalmente tomaron una clase defensa personal o yoga.
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