Avión Presidencial, ¡no se vendió!

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El director de Banobras, Jorge Mendoza, dio a conocer que el avión presidencial, el José María Morelos, considerado todavía como el TP01 (Transporte Presidencial número 1), regresará a México para dejarlo en un hangar y ahí exhibirlo para la venta.

Sin embargo, debe quedar claro que esa aeronave estaba sentenciada a no venderse, ya que no es propiedad del gobierno mexicano. Está en arrendamiento, tipo leasing. Esto significa que es una renta que al terminar un plazo, se paga una cantidad de dinero y, ahora sí, es propiedad total de, en este caso, la Secretaría de Defensa Nacional, que la que realizó la contratación en el gobierno de Felipe Calderón.

Este avión puede viajar de la Ciudad de México a Guanajuato, en un vuelo de 20 minutos o realizar una travesía a Europa sin escalas. Además, cuenta con una gran cantidad de tecnología para que sea una oficina aérea que proporcione seguridad a un jefe de Estado. Estas aeronaves no se pueden vender como si se llevara a un tianguis de autos. Sólo jefes de Estado los podrían adquirir y estos no necesitan comprar uno usado; generalmente los arriendan y acondicionan a su gusto.

El cambio de la estrategia de liquidación de la aeronave, la ideó Jorge Mendoza, el director de Banobras, institución responsable de la comercialización de la aeronave que causó furor entre los seguidores de Morena por el lujo y comodidad que ofrece al Presidente y a sus invitados; la prensa, simplemente paga por viajar en él y ofrece lo que cualquier aerolínea comercial, sólo que además cuenta con conexiones para enviar datos y video a sus medios de comunicación.

Se podrá rentar o tener en copropiedad. El arrendamiento a terceros es una opción, a fin de terminar con una renta muy onerosa de la aeronave. La venta, como se planteó hace un año, es imposible por las razones que desde hace mucho tiempo hemos explicado en esta columna.

Desafortunadamente, el presidente López Obrador tuvo un gran desgaste político por las declaraciones alrededor de la aeronave. No le explicaron el procedimiento financiero y le crearon falsas expectativas de una operación que podría haberle dado lustre a su gobierno. Además, ahora necesitará ser utilizado recurrentemente para evitar el deterioro de sus sistemas de navegación. La tarea no deja de ser onerosa, aunque gastarán menos que lo erogado en el hangar de California.

Por cierto, la flota aérea del gobierno, en lugar de venderla a precio de remate, deberían usarla para apoyo, en caso de desastre, de las víctimas de desastres en cualquier rincón del país.

PODEROSOS CABALLEROS: AMLO se reunió en una comida con los gobernadores en Palacio Nacional. Los temas tratados fueron los de seguridad y el Insabi. Este último, fue el que cruzaron los titulares de Salud, Jorge Alcocer y los Ejecutivos estatales panistas y el emecista Enrique Alfaro, así como el “independiente”, Jaime Rodríguez, “El Bronco”. Pero, lo que quedó claro es que la anexión al Instituto de Salud para el Bienestar, Insabi, no es obligatorio para los Estados, que no es totalmente gratuito como promedio el Presidente y que la desaparición del sistema antecesor, el Seguro Popular, era de pésima calidad. Sin embargo, los sistemas de salud representan un gran negocio. La compra de medicinas e insumos, así como la construcción de los hospitales, deja moches a la clase política. No quiero ser mal pensado, pero hay señales que marcan mano negra. Lo único que interesa a los mexicanos es que se dé, en el sector público, un sistema de salud totalmente gratuito a cualquier nivel, desde una gripa hasta enfermedades mortales o crónico degenerativas. Medicinas, operaciones, instalaciones y tratamientos, sin costo a los enfermos o sus familias. El costo, debe absorberse a través de nuestros impuestos. No llevarse a debate, para prolongar su ejecución. En salud la atención inmediata es la diferencia entre la vida y la muerte. *** Y, de tema seguridad, Alfonso Durazo dedicó una parte del tiempo de la comida.

RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: La farmacéutica Bayer tiene nuevos compromisos de sustentabilidad a partir del 2020 y para alcanzarse en el 2030. La empresa que preside Werner Baumann, busca asegurar que una población global en crecimiento y envejecimiento tenga la oportunidad de prosperar, usando los recursos del planeta de una forma más sustentable. Así, Bayer monitoreará y reportará los objetivos de sustentabilidad con el mismo rigor que utiliza para sus objetivos financieros. La responsabilidad de cumplir estos objetivos en México, la tendrá Laura Tamayo, directora de sustentabilidad de la empresa.

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