La postura del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, respecto a la situación que se vive en Venezuela refleja mucho su manera de pensar, no puede estar en contra de Nicolás Maduro porque tiene la misma sintonía ideológica, expresó el senador Gustavo Madero Muñoz.
Ante el conflicto que vive el país sudamericano, el legislador chihuahuense consideró que es momento de que México se sume al importante grupo de países que está reconociendo a Juan Guaidó como Presidente encargado, “porque lastimosamente, vamos en dirección opuesta”.
“Contrario al llamado continental y europeo, México se alinea al grupo de naciones que han apostado por el socialismo del siglo XXI, como lo son Bolivia, Nicaragua, Cuba y la misma Venezuela. Si los analizas, algunos de éstos son dictaduras y otros van en vías a serlo porque cuentan con democracias trastocadas, producto de la modificación de su Constitución para perpetuar el poder”, sentenció el panista.
A su entender, dos fundamentales razones mueven a Andrés Manuel para reconocer a Maduro: en primer lugar, su empatía con la ideología del venezolano; y en segundo lugar, que López Obrador se está protegiendo de futuras críticas a su administración desde el exterior, planteando una dinámica de “no opino de ti para que tú no opines sobre mí”.
Respecto a la inamovible postura del jefe del Ejecutivo de “autodeterminación de los pueblos y no intervención” contenido en la Constitución mexicana, el senador apuntó que dicha redacción no corresponde con la actualidad, ya que en su momento fue el conducto para desconocer dictaduras.
“El artículo 89 debe entenderse en su contexto histórico, data de la época cuando México rompió relaciones con la España de Francisco Franco y con Chile cuando Salvador Allende fue derrocado por el Golpe de Estado de Augusto Pinochet”, dijo.
Por otra parte, Gustavo Madero se unió a la manifestación de la Embajada de Venezuela en México, donde mujeres y hombres coreaban “AMLO, escucha: únete a la lucha”, convencido de la urgencia de cambio por la crisis humanitaria que vive el país sudamericano, la cual mantiene a más del 80 por ciento de su población en situación de pobreza y ha dejado a la mitad de la infancia con síntomas de desnutrición, generando al mismo tiempo repunte en enfermedades que se mantenían controladas como el sarampión.
El senador advirtió que ante la amenaza que están viviendo diversas democracias, hay que ser solidarios y apoyarnos unos a otros, porque “están soplando vientos de autoritarismo, nacionalismo y populismo” que atentan contra las libertades y derechos en nombre de la protección de los pueblo.
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