Se termina el mes de marzo y los zacatecanos y zacatecanas no han recibido su tarjeta de circulación y tampoco las placas que ya pagaron, algunos desde noviembre de 2021 y otros a principios de este año, lo que evidencia por un lado el engaño a la sociedad y por otro, no respetar los compromisos gubernamentales.
Distintos factores han influido para que el gobernador David Monreal Ávila no cumpla sus compromisos con la sociedad zacatecana entre los que destacan, la falta de previsión para cumplir los objetivos, el nombramiento de un gabinete sumiso e inepto; la ligereza para la toma de decisiones y una actitud proclive al engaño.
La gran mayoría de los zacatecanos han perdido la confianza en su gobernador, un político cuyo mérito ha sido postularse en dos ocasiones al gobierno estatal, amparado en un apellido que trascendió en la política zacatecana y que hoy ocupa un lugar preponderante en la nacional, aunque en franca debilidad por la oposición a la sucesión presidencial.
Desde el año pasado en el mes de noviembre la empresa Arias Consultores publicó un estudio demoscópico sobre el posicionamiento de los 32 gobernadores del país, encuesta en la que el gobernador David Monreal se ubicó en el último lugar de aceptación social.
También la mencionada empresa preguntó a los ciudadanos encuestados lo siguiente: ¿Crees que tu gobernador(a) Jefa de Gobierno dice la verdad o miente? El mandatario zacatecano obtuvo en aquella respuesta solo el 15.1% de credibilidad, solo un punto porcentual arriba del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, quien se colocó en ese parámetro en el último lugar.
Hasta el momento el Ejecutivo del estado no ha mejorado su estatus. Tampoco se observa que lo quiera mejorar positivamente.
La crisis de credibilidad estalló desde septiembre de 2021 cuando a los maestros de la sección 58 no se les pagó la primera quincena de septiembre. En aquel momento tomaron las 58 presidencias municipales del estado, junto con burócratas y afiliados al Sitez, así como jubilados y pensionados del Issstezac.
“Nunca pensamos que nuestro gobernador asumiera esa actitud y menos con los maestros. Lamentamos que, siendo un gobernador que nosotros pusimos, hoy nos pague de esa manera”, señaló en aquella ocasión el líder magisterial Oscar Castuita.
El calvario para el pago de salarios, prestaciones y aguinaldo apenas comenzaba.
El 16 de febrero de este 2022, de plano el dirigente de la sección 58 estalló contra el gobernador, después de varios engaños sobre el pago de quincenas atrasadas: “nos arrepentimos de haber apoyado la candidatura (al gobierno del estado por Morena) de David Monreal, quien ha lastimado y dañado a los maestros como nunca había sucedido en Zacatecas”.
El otro sector lastimado por el gobierno del estado son los jubilados y pensionados del Issstezac, a quienes también se les adeudan pagos de sus pensiones desde el año pasado y que, pese a obtener el amparo de la justicia federal, el Instituto pidió revisión y ejecuta una estrategia dilatoria para incumplir y desgastar a quienes ya cumplieron con su mandato de ley.
En octubre de 2021 algunos alcaldes manifestaban la disposición del gobernador para otorgar un adelanto de participaciones, a fin de que pudieran cerrar el año fiscal, pagar a proveedores y sobre todo, las quincenas de fin de año y el aguinaldo respectivo.
No hubo adelanto.
A principio del presente año el gobernador David Monreal dio a conocer que se pondría en marcha un plan de reactivación económica postpandemia, a fin de apoyar a los empresarios locales e incentivar la economía. El anuncio lo ha hecho por lo menos en tres ocasiones.
Nada ha sucedido hasta el momento.
Quizá el lector recuerde el “plan de austeridad” que ha quedado en letra muerta y en el olvido. En letra muerta porque los honorarios de los funcionarios de primer nivel y del mandatario son honerosos y forman parte de la “burocracia dorada” que denostó el entonces candidato morenista; y en el olvido, porque no se ha vuelto hablar y mucho menos presentar un plan al respecto.
Otro ejemplo de los compromisos incumplidos es la entrega de las placas a los automovilistas zacatecanos, a quienes se les prometió que en marzo se le entregaría su nuevo juego y el tarjetón de circulación. Nada de eso ha sucedido cuando está a punto de concluir este mes.
En este contexto se puede afirmar que el gobernador no cumple su palabra, lo cual le coloca en una situación endeble, de pérdida de confianza entre los gobernados, pero en especial, en un estado en donde la palabra comprometida es de suma importancia, como es Zacatecas.
Aquí encontramos algunas razones por las cuales los zacatecanos consideran que su gobernador miente. No le creen, no tienen confianza en un mandatario que empeña su palabra y no cumple con sus compromisos.
Gobernar así es caminar en terreno pantanoso, en un lugar en el que la ciudadanía no tiene confianza en su gobernador, en el hombre responsable de guiarlos hacia mejores niveles de desarrollo.
David Monreal no le ha dado la importancia que tiene la palabra empeñada en Zacatecas. Sus intereses políticos y económicos no reposan en la conducción del estado y mucho menos, en el cuidado y preservación del Estado de Derecho.
Hay dos fechas que serán funestas para el mandatario: el 10 de abril es una de ellas, el día de la votación de la revocación del mandato y la otra, la del primer domingo de junio de 2024, las elecciones intermedias que coincidirá con la elección presidencial.
¿Qué cuentas entregará al presidente López Obrador el gobernador Monreal?
Al tiempo.
@juangomezac