Alejandra del Moral recibió el espaldarazo con la maquinaría de los partidos de oposición encabezados por sus líderes, Alejandro Moreno “Alito”, Marko Cortés del PAN y Jesús Zambrano del PRD para apuntalarla en la última brecha de los últimos diez días de campaña.
No está nada sencillo porque la adversaria, por Morena, Delfina Gómez lleva a su favor la marca AMLO, una marca que le da competitividad.
Sin embargo, también se sumaron, de forma discreta y para evitar rupturas con su dirigencia de Dante Delgado, sus militantes, junto Con Juan Zepeda ya operan a favor de la priista vestida con el PAN y PRD.
Al arranque de la campaña, Delfina Gómez lideraba las encuestas con una ventaja de 17 puntos, a diez días que concluya el proceso, Alejandra acortó a 5 puntos porcentuales, lo que deriva en un empate técnico.
Una de las rutas que serán elementales para que le pueda favorecer los votos a Alejandra del Moral, es que en el corredor azul los panistas salgan a votar y movilizar su gente, esa será clave para fortalecer las cifras que le puedan dar el triunfo a la candidata de la oposición, pues incluso con la adhesión de morenistas a Alejandra, de la zona oriente hay una estimación de 100 mil votos más.
Por eso se entiende el mensaje que enviaron los panistas que acompañaron a Alejandra. Ahí estaba el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel junto con el líder nacional para promover a su candidata. Un bloque de unidad.
Delfina Gómez en el 2017 compitió contra el actual Alfredo del Mazo, alcanzó 1.8 millones de votos contra 2.2 del priista que se alzó con el triunfo. Juan Zepeda rebasó el millón de votos para el entonces partido PRD.
Los números no favorecieron como se esperaba para el priista, que en el sexenio anterior con Eruviel Avila, en 2011 rebasaron los tres millones de votos, una cifra similar a la que se registró en la Ciudad de México en 2012 con el triunfo de Miguel Angel Mancera por el PRD con más de tres millones de votos.
Hoy en el estado de México disputaran la aceptación de ese jugoso padrón electoral con más de 12. 5 millones que podrán ejercer su sufragio.
Tanto priistas como morenistas apuestan por alcanzar más de tres millones de votos, una cifra en conjunta que representaría más del 50 por ciento de los votantes, algo similar a la anterior elección.
Por ejemplo, en 2017 se registró una participación del 53 por ciento, con unos seis millones 80 mil votos y de ellos para el PRI con Del Mazo dos millones 40 mil votos, mientras que Delfina un millón 800 mil, mientras que Juan Zepeda un millón 80 mil votos, la panista Josefina Vázquez Mota mas de 600 mil.
En consecuencial la apuesta de Alejandra del Moral es recuperar ese millón de votos que perdió Del Mazo para refrendar el triunfo, porque el crecimiento de Delfina puede disputar ese millón de votos de Juan Zepeda que quedaron al aire luego que optaron, en su partido no competir en esa elección.
HABRA FOROS Y DEBATE PARA DESIGNAR MINISTROS
Parece que el pleito del Presidente López Obrador contra los ministros no cesará hasta que los diputados de Morena con Ignacio Mier puedan lograr llevar a consulta popular si se reforma la manera de su selección por el voto ciudadano.
Ayer el mandamás de los diputados adelantó que en breve dará a conocer la propuesta para debatirlo, incluso llevarlo a foros y más.
Que la idea no es debilitar la división de podres, que al contrario es robustecerla, y obviamente que no quieren reformar el poder publico de México sino fortalecer la división de poderes.
Cruzará conexión con su par en el Senado Ricardo Monreal para fortalecer este mecanismo que, sin duda puede recibir la opinión de expertos para construir es propuesta.
Que la consulta popular, dijo Mier no busca definir un procedimiento, que es el del voto directo y universal de la gente, sino que los mexicanos sepan que es l Suprema Corte como se integra, sus atribuciones y como se designan.
Bueno, la realidad es que los legisladores de Morena lo que quieren, a final del día es cumplir al Presidente López Obrador para llevar a juicio a los ministros y que sean designados por el voto popular de la gente y nunca más ternas como se presentan del Ejecutivo al Senado de la República. Obvio, es la consecuencia de un pleito a navaja limpia, por el revés que los ministros le han dado a sus propuestas en los últimos tres meses.