Sindicatura de mafia

Por si algún conflicto le hiciera falta a Morena en Zacatecas, en el ayuntamiento capitalino su síndica municipal, Ruth Calderón Babún, se encarga de enterrar a su propio alcalde, boicoteando a la administración y dividiendo al cabildo de la ciudad, con la única intención personal de ganar el favor de su grupo político que pretende encauzar la candidatura del director de Ganadería, David Monreal Ávila.

 

Desde 1998 la actual síndica municipal se subió al carro de la política de la mano del entonces gobernador Ricardo Monreal Ávila (1998-2004), del que no se ha bajado y que gracias a ello, ha ocupado diversos puestos que iniciaron en la regiduría en Río Grande por el PRD.

 

La actuación de la síndica siempre ha sido obedeciendo el mandato de su jefe político y hoy no es la excepción, aunque olvide que la regiduría es una representación jurídica institucional y no política o de grupo.

 

En la negociación de las posiciones en la administración municipal, el alcalde Ulises Mejía Haro, cometió el error de aceptar la imposición de Calderón Babún en la sindicatura y hoy paga las consecuencias, pues se ha constituido en la cabeza de playa del nuevamente aspirante al gobierno estatal, David Monreal Ávila, quien ve en Ulises a un competidor y no a un aliado para avanzar por la candidatura gubernamental.

 

No es la primera vez que un escenario se enrarece de esta manera en la capital zacatecana. A la administración del doctor Gerardo de Jesús Félix Domínguez le sucedió algo similar, cuando tuvo que aceptar la imposición de Lucía Alonso Reyes en la sindicatura, desde donde operaría en contra del alcalde y dividiría al cabildo zacatecano, aunque habrá que reconocer que ella fue más institucional que la actual síndica.

 

La sindicatura es la representación jurídica del municipio y su aval, es fundamental para legitimar y validar las acciones que emprenda el ayuntamiento para ejercer sus funciones administrativas.

 

Esta función la conoce perfectamente Calderón Babún por su experiencia como regidora, pero lejos de actuar institucionalmente a favor del ayuntamiento que representa jurídicamente, lo hace en demérito de su función, obedeciendo consignas político partidistas.

 

En entrevista con el diario El Sol de Zacatecas la síndica municipal se queja de que le quieren quitar funciones y despojarla de la facultad de aprobar contratos, convenios y órdenes de pago.

 

En la misma entrevista la síndica admite que no ha querido firmar documentos, convenios y diversas cuentas pendientes por liquidar “porque hacen las cosas demasiado rápido y opacas”. Sin embargo no especifica en qué consiste lo opaco y tampoco el tiempo que considera “rápido”.

 

Lo que si se observa es la estrategia de sumir al municipio en el inmovilismo y desgastar su relación con proveedores, además de acotarlo en las sesiones del cabildo, a fin de restarle capacidad administrativa y desgastar su imagen ante la opinión pública.

 

El grupo político que impulsa una eventual candidatura nuevamente de David Monreal Ávila al gobierno de Zacatecas, está cometiendo varios errores de estrategia y uno de ellos es confrontarlo con el alcalde capitalino, lo que podría ser interpretado como debilidad política del aspirante.

 

Otro error que han cometido es el manejo de una serie de encuestas que han mandado a publicar en redes sociales y en algunos medios de comunicación, en la que Monreal Ávila siempre sale con un 36 o 37% de preferencia, lo que significaría que no hay crecimiento en su aceptación electoral.

 

La semana pasada el Partido Verde Ecologista de México en voz de su vocero nacional, el diputado federal Carlos Puente Salas, convocó a una conferencia de prensa para dar a conocer que su candidato al gobierno del estado será David Monreal Ávila, independientemente del partido que lo postule.

 

Aunque la definición político electoral muy adelantada de Puente Salas no tuvo respaldo total al interior de Morena en Zacatecas, el mensaje parece más como una cuña de presión para el presidente Andrés Manuel López Obrador, para que apoye una eventual candidatura a favor de Monreal Ávila.

 

Error. Si algo ha mostrado el político tabasqueño es que no le gusta ser presionado y menos aún condicionado. Recuerden por qué mandó al diablo a las instituciones y al PRD y después fundó su propio partido que lo llevó a la presidencia de la República.

 

 David Monreal está rodeado de ambiciosos y mediocres, no de estrategas que cuiden su imagen y que le abonen a la construcción de una figura política sólida, madura, conciliadora y negociadora a favor de un mejor escenario para el desarrollo del estado que lo vio nacer y al que ha querido gobernar en dos ocasiones.

 

La actuación de la sindica obedece más a la pertenencia de una mafia política y no de un movimiento que privilegia la legalidad jurídica, el equilibrio político y la conciliación.

 

El Movimiento de Regeneración Nacional nació dividido en Zacatecas y con estas acciones, sus colaboradores y aduladores (ambiciosos sin freno) lo están hundiendo más, así como a las aspiraciones legítimas de un político que por tercera ocasión aspira a ser postulado al gobierno del estado.

 

Al tiempo.

 

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