Invitada por la Unidad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (su alma mater de la que es Generación 1981-1986) para dictar una conferencia magistral, la senadora Rocío Nahle García, puso de manifiesto la nueva visión en la política energética de nuestro país para los próximos seis años.
Abordó distintos temas que van desde la pérdida de soberanía en energéticos hasta la recomposición de los precios de la gasolina y energía eléctrica, la construcción de nuevas refinerías, la generación de oportunidades para los jóvenes y la geopolítica de los hidrocarburos en nuestro mundo globalizado.
En los últimos tres sexenios la política en hidrocarburos ha sido errática en nuestro país, pues desde el sexenio de José López Portillo cuando se petrolizó la economía y que se anunció el fallido proyecto de la generación de gas mediante el ducto Cactus-Reynosa, la política energética no se ha reorientado con una visión de estado, sino solamente se han aplicado criterios de corto plazo y pésimamente fundamentados.
Las administraciones presidenciales cifraron una gran expectativa en el precio del barril de crudo mexicano en el exterior, lo que permitió una bonanza sexenal en la presidencia de Vicente Fox Quezada, recursos que fueron gastados políticamente pero que nunca llegaron con suficiencia para incentivar a las refinerías y mucho menos para construir más.
Las críticas y los análisis de los expertos sobre la creciente dependencia del exterior en materia de abasto del energético, de nada sirvieron. El argumento simplista y facilón, pero irresponsable, fue que era más barato importar gas y gasolina del exterior.
Las consecuencias de esa visión presidencial y de la toma de decisiones de los últimos sexenios que solo favorecieron al capital extranjero, han colocado al país en una grave dependencia que vulnera su seguridad nacional.
En ese contexto la futura secretaria de Energía señaló que “Hoy nuestro sistema nacional de refinación está subutilizado, está al 40 por ciento. Estamos importando el 80 por ciento de las gasolinas. Si hoy nos cerraran la llave de Estados Unidos, tendríamos severos problemas; no tenemos almacenamiento ni para dos días.”
Esa es la dimensión de la gravedad que tenemos los mexicanos por haber dejado no solo de producir, sino de planear nuestro desarrollo energético en el contexto internacional.
Es paradógico que seamos un país productor de petróleo a escala mundial, pero que en la práctica seamos casi 100 por ciento dependiente de la gasolina refinada del exterior, producto energético estratégico para el desarrollo de México y para generar estabilidad.
Es por ello que la conferencista señaló que “hoy tenemos en el sector energético una grave dependencia, por seguridad nacional un país petrolero debe de planear para ser autosuficiente. Las últimas generaciones que han administrado a este país se han perdido”.
Cuidadosa en el lenguaje utilizado en el atril de donde dictó su conferencia invitada por la Unidad Académica de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas y en el marco de Las Jornadas de Ciencias Químicas, Nahle García evitó hacer una referencia directa al actual presidente en funciones, Enrique Peña Nieto.
No cuestionó tampoco a la Reforma Energética del actual régimen presidencial que está declinando en su sexenio, pero aportó datos reveladores de la preocupante situación de vulnerabilidad de nuestra seguridad nacional en materia energética.
A pesar de ello el próximo régimen de Andrés Manuel López Obrador no va a cancelar de inmediato la mencionada Reforma Energética, porque generaría un problema mayor, por lo que se le dará dos años de gracia para observar su comportamiento, “a ver hasta dónde da”, dijo la conferencista.
Sin embargo sí dejó entrever la inequidad en el mercado libre y el rigor fiscal para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex, pero en donde prevalece el favoritismo para las corporaciones trasnacionales.
Lo primero que vamos a hacer, dijo Rocío Nahle, es frenar la caída de la producción petrolera. Viene un declive. “Cuando se aprobó la Reforma Energética en el 2013 nos dijeron que para el 2018 íbamos a producir 3 millones de barriles diarios. En ese momento producíamos 2,400 000 barriles diarios. Hoy estamos en un millón 800 mil barriles diarios”.
Rocío Nahle García fue enviada por la Unidad de Ciencias Químicas de la UAZ a realizar sus prácticas a las plantas de Pemex en Pajaritos y después a Cangrejera en el estado de Veracruz hace aproximadamente 30 años. Ya no regresó a Zacatecas. Se especializó como ingeniera petroquímica en el sector paraestatal principalmente.
En los últimos años incursionó en la política en Coatzacoalcos, Veracruz, en donde fue electa diputada local y en las elecciones del 2015 participó por el Distrito 11 del estado de Veracruz en el proceso comicial federal. En la pasada LXIII legislatura fue la coordinadora de los diputados de Morena en San Lázaro y una pieza importante en la campaña de Andrés Manuel López Obrador.
La actual senadora es originaria de Río Grande, Zacatecas pero con raíces árabes, concretamente del pueblo libanés de Nabathie, de donde emigró su abuelo Luis Nahle Fakih en 1906, de acuerdo al relato detallado que hace su hermano, Arturo Nahle García, actual magistrado del Poder Judicial zacatecano, ex procurador y ex secretario general de Gobierno en el estado, en el artículo De Líbano a Zacatecas: la otra migración y compilado en su libro Relatos, retratos, retazos (Taberna Libraría Editores, 2011).
“No nos vamos a aislar” dijo Rocío Nahle García al referirse al contexto mundial y globalizador de la política petrolera mexicana, y seguramente, que tampoco se aislará de su tierra y de la fuerte influencia que ya tiene en el estado, por la posición que ocupará y por la confianza que en ella deposita el actual presidente electo y próximo presidente de la república a partir del 1 de diciembre de 2018.
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@juangomezac