El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno “Alito” reviró al Secretario de Gobernación, Adán Augusto que ellos, los priistas no están trabajando con Morena ninguna reforma electoral.
Desde luego que el líder decidió salir a atajar esas declaraciones del mandamás de Gobernación, para evitar se genere una percepción diferente a los acuerdos que están más que firmes con el PAN y PRD.
Es decir, que en el PRI están firmes en ese acuerdo donde se firmo con el PAN de Marko Cortés y el PRD de Jesús Zambrano no votar en las tres reformas Constitucionales del Presidente, la Eléctrica, la Guardia Nacional y la Electoral.
Sin embargo, en la Cámara de Diputados la presencia del Secretario de Gobernación soltó que están dadas las condiciones para seguir con la reforma electoral ya que hay coincidencias con el PRI.
Bueno, Alito de nueva cuenta desmintió, que en efecto si hay coincidencias, en el Quinto Transitorio en materia de seguridad, eso de ninguna manera significa que vayan a cambiar sus convicciones y menos sus coaliciones y alianzas partidistas.
Para nadie es secreto que el gobierno del Presidente López Obrador quiere reventar la coalición porque saben que no es conveniente que lleguen en alianza en 2024.
Los porcentajes o cifras que tienen los morenos con sus aliados le dan 45 por ciento contra 47 por ciento del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano de Dante Delgado.
Esos son los números que tienen preocupado al que manda en Palacio Nacional, por eso se entiende el querer deshacer la alianza.
Alito adelantó que la alianza está firme y que si cualquiera de los partidos que la integran quiere competir solo, será difícil que se logren resultados positivos, algo así, como que o van en alianza o estarán perdidos. Por si solos nadie podrá ganar.
Para atacar la percepción que el PRI se vendió o traiciono a la coalición, los priistas estarán impulsando los diálogos y buscarán presentar propuestas que permitan fortalecer la alianza.
Vamos a ver si los tricolores logran remontar esa percepción que los propios morenos fomentan al echarle más leña al fuego, el propio Adán Augusto es quien se encargó de incendiar San Lázaro para dejar entrever que ya tenían los votos del PRI para la electoral y hasta podría revivir la Eléctrica.
Desde luego que son los panistas los que no aceptan esas declaraciones y en consecuencia están en alerta para atajar cualquier revés que se pueda presentar en relación a la alianza o la coalición.
SUELTA AMLO LISTA DE CORCHOLATAS DEL PRI, PAN Y PRD
El Presidente López Obrador volvió a levanta polvo con sus declaraciones sobre los aspirantes corcholatas, no solo de su partido sino de todos colores.
Desde luego que no gustó la lista de 42 nombres que reveló porque más bien parece que se está burlando que hablar con seriedad.
Podríamos dacir que la parte seria de esa lista que soltó, además de sus cuatro corcholatas, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcel Ebrard y Ricardo Monreal, mencionó del PRI, PAN y hasta PRD asi como de la Iniciativa Privada, vaya del empresariado.
Anote en la lista a los aspirantes priistas, con Alejandro Moreno, al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, al hijo del ex Presidente Miguel de la Madrid, Enrique de la Madrid.
}Mientras que por el PAN, mencionó al presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, al diputado y ex gobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, el gobernador de Querétaro, Maurico Kuri, entre otros. Es una larga lista incluye hasta periodistas y yutuberos, obvio, eso es pura vacilada.
QUIERE ZAMBRANO EXPULSAR DIPUTADOS DEL PRD
En el PRD su líder Jesús Zambrano no está muy contento con los diputados de su escasa bancada por haber votado a favor de la Guardia Nacional.
Si bien hay molestia por no respetar la línea marcada de su dirigencia nacional y de su coordinador, Luis Espinoza Cházaro, también sería bueno que antes de tomar una decisión de expulsión tomara en cuenta el número de diputados.
Son 15 los diputados y expulsar uno, dos o tres los que consideren, debilitará más la bancada y engordará la de Morena. Zambrano está entre la espada y la pared, expulsar o tragar sapos. No hay más.