Registra Bosque de San Juan de Aragón nacimientos de Zambullidor Pico Grueso y Garcita Verde

Como parte del monitoreo de aves acuáticas en el lago y humedales del Bosque de San Juan de Aragón, la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) capitalina informa que este 2023 se registraron los primeros nacimientos de la temporada de la especie Zambullidor pico grueso (Podilymbus podiceps) y de la Garcita Verde (Butorides virescens), indicador notable de las mejoras ambientales que se realizan en las Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental de la Ciudad de México y que permiten el aumento en el número de aves.

La bióloga Miriam Beatriz Vargas Ortega, responsable del monitoreo de fauna silvestre y auxiliar biológico del lago y humedales del Bosque de San Juan de Aragón, detalló el nacimiento de dos crías de Zambullidor pico grueso, cuyo nido fue construido con planta acuática (tifa, papiro estrella y malacate) y pudo ser apreciado por los visitantes.

Respecto a la segunda especie de la cual se obtuvo el primer registro de anidación este año, es la Garcita Verde (Butorides virescens) con dos crías avistadas en la zona del embarcadero, y aunque se habían observado individuos con plumaje juvenil en el lugar, no se garantizaba su nacimiento dentro del bosque.

“Es la primera vez que se fotografían este tipo de aves con su plumaje de nacimiento y cabe hacer mención que desde 2020 no se habían observado individuos juveniles hasta esta fecha”, precisó.

En el Bosque de San Juan de Aragón, el segundo pulmón más importante de la Ciudad de México, en 2018 se tenía un registro histórico de 163 especies de aves y actualmente se cuenta con 192, esto indica 29 registros nuevos, lo cual habla de las mejoras en la calidad del agua y del suelo.

La zona urbana de la ciudad tiene oasis en los que se conserva la vida y se ofrecen espacios de goce para toda la población. Uno de ellos es el Bosque de San Juan de Aragón, consolidado como uno de los sitios de mayor relevancia en el nororiente de la ciudad.

Las mejoras de este sitio, además de fortalecer los servicios ambientales que aportan a la ciudad, permiten que millones de personas disfrutan de sus áreas verdes, lagos, flora, fauna, actividades educativas y culturales, exposiciones e infraestructura deportiva y recreativa.

El trabajo ambiental realizado en la Ciudad de México ha permitido que en los últimos años se pase de tener un registro de 355 especies de aves a 397, es decir 42 nuevas especies de aves, cantos de pájaros que se escuchan en varios sitios de la capital.

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