Les expresó su solidaridad, al reconocer que los profesionales de la docencia tienen poco qué celebrar, porque los salarios son raquíticos, y han sido sepultados sus conquistas y sus derechos. “A los maestros se les excluyó de la contra reforma educativa; este gobierno y el régimen no los han tratado bien. A los maestros se les paga poco”, apuntó.
Acompañado de su esposa, María de Jesús Pérez de Monreal, el titular en Cuauhtémoc convivió con docentes de los 20 Centros de Desarrollo Infantil, de la Casa de Cultura del Sordo, de Deportivos, Casas de Cultura y Centros Comunitarios, Casa de Contabilidad Leona Vicario y Cecati.
A ellos les dijo que son testigos de cómo recibió la Delegación: “la recibimos en quiebra moral y económica, con todos los servicios públicos abandonados, duraron más de 20 años sin atenderse nuestros lugares de trabajo, y ahora nos hemos propuesto levantar todos”.
“Mi esposa se ha propuesto rehabilitar los 20 Cendi y ya logramos ocho de ellos y hemos ido a reinaugurarlos y tengo una muy buena opinión de los maestros de la Casa del Sordo, de los deportivos, de los que sirven al país y a nuestra demarcación”, informó.