Durante un recorrido por el Bosque de Chapultepec, encabezado por la doctora Marina Robles García, titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, expertos en Microbiología y Fertilidad de Suelos reconocieron la transformación ambiental que se ha logrado al incorporar especies vegetales nativas, con técnicas agroforestales.
Un ejemplo de la transformación que se realiza es la zona biocultural Clausell o Bosque Clausell, en la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec, que anteriormente estaba cubierta de eucaliptos y ahora hay mayor variedad de árboles y otro tipo de plantas nativas, como la dalia, la flor nacional. En esta zona se introdujeron más de 108 individuos por hectárea y de entre 80 o 90 especies forestales, arbustivas y herbáceas diferentes.
Cabe recordar que por las condiciones de temperatura y humedad, al ser la zona más alta y seca de la tercera sección del Bosque de Chapultepec, los eucaliptos, que no son propios de México y que son plantas exóticas, no progresaron de manera adecuada, por lo cual el equipo asesor recomendó el retiro de arbolado muerto en pie, así como el astillado del material seco y su incorporación para el mejoramiento del suelo.
El biólogo Sergio Trejo Estrada, especialista en Microbiología y Fertilidad de Suelos, resaltó el éxito de este proyecto y agradeció que se hayan tomado en cuanta las opiniones de los especialistas involucrados.
“Hicimos un estudio a la Sedema, le hicieron caso y aprovecharon lo que contribuimos. Insólito que hayan cortado los árboles que tenían que cortar, usado la materia orgánica como la tenían que usar y no cortado lo que no debían cortar, ahí están un montón de especies herbáceas que benefician el suelo, realmente es un éxito este proyecto”, precisó.
Durante el recorrido, la doctora Marina Robles García destacó la importancia de mejorar los suelos del bosque y de la Ciudad de México, para que la vegetación crezca más sana, más robusta, con menos vulnerabilidad a plagas y enfermedades y que a su vez permita generar paisajes integrales.
Sostuvo que la restauración ambiental del Bosque de Chapultepec, realizada a través de la técnica forestal conocida como islas (o nidos) de fertilidad, ha sido posible con el apoyo técnico de un equipo asesor en el marco del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura.
“Las decisiones que tomamos en el Gobierno de la Ciudad, buscamos que sean decisiones sólidas, robustas que efectivamente le abran una condición futura a la ciudad distinta”, comentó.
Martín Aguilar Cervantes, subdirector Técnico del Bosque de Chapultepec, dijo que los trabajos de agroforestería conocidos como nidos de fertilidad han favorecido la conservación y manejo de la Tercera Sección del bosque, trasladando la experiencia al resto de Chapultepec.
“Se buscó incluir “Pinos”, los cuales llevan aproximadamente tres años y se acompañan de fresno, palo dulce, que ayuda con sus raíces a la conservación del suelo, generando un proceso de auto nutrientes”, agregó.
En estas zonas, ubicada en la calle Joaquín Clausell y en la avenida Zaragoza, con el uso de la técnica de agroforestería con las islas de fertilidad, se permitió desarrollar un proceso de restauración de la estructura del bosque.
La directora Ejecutiva del Bosque de Chapultepec, Mónica Pacheco Skidmore, sostuvo que lo que se busca hacer de este bosque urbano “es que sea cada vez más rico en biodiversidad, que sea mucho más bosque”.
Agradeció el apoyo, el trabajo y la aceptación de las y los vecinos para lograr esta transformación “muy bien recibida, ahora los visitantes vienen a hacer sus caminatas matutinas y lo disfrutan de manera muy importante. Como parte del Proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura del Gobierno de México en estos tiempos hemos podido atender esta tercera sección que nos da una mejor aceptación y un mayor disfrute a los vecinos muy cercanos a esta zona y a los que nos visitan de otros lados de la ciudad”.
Agregó que los senderos están conformados por triturado de banquetas, que permiten la infiltración del agua; además de que en el lugar se instalaron cámaras de vigilancia, monitoreadas por el C5, con botones de pánico.
Al recorrido también acudieron el doctor Juan Pedro Tinajero, especialista en Tecnologías Ambientales, así como el maestro en ciencias Alberto Guzmán Alonso, especialista en Florística y Restauración.