En México el personal médico y de enfermería es muy querido y respetado, pero se le paga poco y se le exige mucho, señala una investigaciónelaborada por la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez (IBD).
El estudio titulado “Las remuneraciones del personal de la salud en México: entre el amor al arte y los esfuerzos débilmente recompensados”, elaborado por Patricia Patiño Fierro y César Giles Navarro, apunta que nuestros médicos y enfermeras no solo ganan menos que en las economías más avanzadas del mundo, sino que también perciben menores ingresos en comparación con países que tienen un nivel de desarrollo similar al del nuestro.
La investigación revela que en México los galenos ganan en promedio $16,146 mensuales, lo que representa casi una tercera parte del salario promedio de esta profesión en países como Brasil y España, mientras que el personal de enfermería, por su parte, gana en promedio $9,909 al mes, esto es, menos de la mitad de lo que ganan las enfermeras en Chile o Italia.
Esta discrepancia salarial no es nueva, sino que forma parte de los rezagos estructurales e históricos de nuestro sistema en general y de manera particular en el de salud y que saltan a la vista en el contexto de la pandemia del COVID-19.
El estudio también da cuenta de que en el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador se han llevado a cabo diversas acciones para mejorar las condiciones laborales del personal de la salud, de forma consistente con el Plan Nacional de Salud 2019-2024. y que una de las vertientes de este plan contempla la basificación de 87 mil trabajadores del sector salud que no contaban con contrato. Tan solo en este 2020 se tiene previsto basificar a 17 mil 274 empleados y empleadas.
No obstante lo anterior, lo que es un hecho es que las remuneraciones del personal de la salud en México no corresponden con su nivel de responsabilidades, ni con sus años de estudios, ni con las duras jornadas de trabajo que cumplen, ni tampoco con el nivel de respeto y confianza que tienen ante la sociedad, se lee en el documento del IBD.
No se trata de minar la moral de nuestros profesionales de la salud por el modesto salario que perciben, sino más bien de enfatizar y reconocer que en estos momentos hay un ejército de mujeres y hombres valientes y comprometidos con su país que lo están entregando todo para preservar la vida de las personas, y que lo están haciendo, fundamentalmente, por vocación de servicio y amor al arte, afirma el estudio.
En ese sentido, lo menos que podemos hacer por nuestros médicos, médicas, enfermeros y enfermeras en la contingencia actual es aligerar su carga de trabajo, atendiendo las indicaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia y contribuyendo en lo que está a nuestro alcance para aplanar la curva de contagios.
Por otra parte, el análisis del IBD destaca que no podemos dejar de exigir que se le dote al personal de la salud del equipo de protección para que puedan cumplir con su labor con el menor riesgo de contagio posible.
Además, sería pertinente y justo que se otorgaran incentivos económicos al personal médico y de enfermería que se encuentra prestando sus servicios durante la crisis, de la misma manera en que lo están haciendo países como Argentina.