El pleito enfrascado entre los diputados de Morena con los opositores prendió la mecha ayer en la Permanente y ahora quieren desactivar al coordinador de la bancada panista, Jorge Romero que acusan esté involucrado en el cártel inmobiliario cuando fue alcalde de Benito Juárez en la Ciudad de México.
Es un pleito se agrava después de las propias declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador que calificó de lo peor a esta alcaldía de Benito Juárez, obvio panista que gobierna Santiago Taboada, porque dos de sus funcionarios pedían moche hasta de departamentos a edificaciones departamentales.
Era un proceso de moche inmobiliario y el Presidente no se aguantó las ganas para señalarlos, una extorsión consumada a los constructores, o de común acuerdo.
Por eso los legisladores morenistas le apuestan neutralizar al coordinador de los diputados con estas acusaciones que, aseguran fue promotor desde su trienio en esa demarcación en ellos años del 2012 al 2015. Es una clara represalia.
Es notorio el enojo del Presidente porque los panistas fueron artífices de negar su voto para la reforma Eléctrica y ahora la Guardia nacional y la Electoral.
La diputada Aleida Alavez consciente de pegarles hasta con la cubeta, acusó que ese cártel operaba con Luis Vizcaíno, quien fuera su jurídico y hoy detenido, así como René Aridjis, quien se desempeñaba director de Obras y Desarrollo Urbano.
Como operaban, bueno Aleida explicó que se trataba de dar permisos de construcción de vivienda aumentando el nivel de los departamentos a construir, aun cuando no hubiera permisos y desde luego uso de suelo de forma regular.
Cedían pisos de más para construir más departamentos y eso les redituaba ganancias millonarias, la diputada dijo que se debe extender a fondo estas investigaciones porque puede estar involucrado el titular de Seduvi del gobierno central.
Los morenos saben que tienen en sus manos una bomba de tiempo contra los panistas, saben que pueden hacer estallar, si es que realmente cuentan con más pruebas como lo han venido filtrando.
Vamos a ver que sigue con estas acusaciones que amenazan llevar esa alcaldía a otro nivel de pleitos, porque no sería casualidad que quieran atacar esa entidad conociendo que la gobierna, Santiago Taboada, uno de los panistas con mayor fuerza para arrebatarles la jefatura de gobierno de Claudia Sheinbaum en el 2024.
VA TREN MAYA Y PUENTE NOCHUPTE EN CANCUN
Con la visión puesta en el mercado de la industria sin chimenea que, de acuerdo con el secretario de Turismo, Miguel Torruco se espera registrar a fin de año más de 42 millones de turistas extranjeros, las cifras se contempla que se incrementen con la entrada del Tren Maya y la modernización de la zona hotelera de Cancún que integra la construcción del puente Nichupté que permitirá desahogo de esa zona al Aeropuerto acortando distancias y horas auto.
La idea presidencia es buscar conectar con mayor facilidad al turismo extranjero que llega a Cancún para que se incorpore a la ruta de mil 500 kilómetros del Tren Maya que les permita visitar los estados de Yucatán, Tabasco, Quintana Roo, Campeche y Chiapas.
El puente Nichupté inició los proyectos desde el año 2000 que llegó el Presidente Vicente Fox, la propuesta fue del alcalde de Cancún, Juan Ignacio García Zalvidea en 2002 pero le fue rechazada.
Desde entonces los alcaldes y gobernadores que han llegado a esa entidad han tratado de reactivar ese proyecto, pero la realidad es que tanto el Presidente Fox como Felipe Calderón del PAN les dio mala espina dejar en manos de los gobernadores priistas esas magnas obras simplemente porque había desconfianza de corrupción.
En 2006 cuando López Obrador recorrió Cancún en campaña, retomó esa obra de García Zalvidea como compromiso de llegar al triunfo, Chacho había competido por el PRD, partido de AMLO por la gubernatura y le robaron la elección los priistas con Joaquín Hendricks y el candidato, Félix González Canto.
Hoy las autoridades saben que ese puente ha sido una necesidad para el turista y residentes que se ven afectados, sobre todo en las temporadas altas con tráficos abrumadores hasta de 45 minutos para salir de la zona hotelera.
El puente de escasos 1.5 kilómetros les permitirá acortar en 5 minutos salir de la zona y acercarse al aeropuerto, al centro de la ciudad y las estaciones del Tren Maya, movilidad moderna.