El líder del Senado, Ricardo Monreal está más que consciente que no se le reconocerá como miembro de la familia porque para el que manda en Palacio Nacional solo menciona a tres corcholatas.
Es el escenario adverso que el senador por Zacatecas enfrenta desde que se enfrentó con el grupo de Claudia Sheinbaum en aquella batalla por la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México en 2018.
Ese grupo de adversarios o hasta enemigos políticos de Monreal, le echaron más leña al fuego cuando en 2021 Sheinbaum perdió 9 de las 16 alcaldías y culparon a Monreal de haber sido el operador de esa derrota.
Le achacaron que fue traicionó porque operó a favor de la alianza PAN, PRI y PRD de Marko Cortés, Alejandro Moreno “Alito” y Jesús Zambrano.
No aceptaron que fue error de la mala administración que desempeña Claudia Sheinbaum y que la izquierda ya le pesa a los capitalinos.
Desde luego que para el Presidente López Obrador esa información le cayó como balde agua helada porque con Monreal compartían, permanentemente desayunos en Palacio Nacional donde discutían del escenario político y legislativo.
El Presidente compro la idea de la traición y decidió poner freno a Monreal en sus visitas a desayunar chilaquiles verdes o rojos en Palacio. Nunca más hasta hoy.
La realidad es que los capitalinos entraron en un hartazgo de la política que maneja el Presidente desde Palacio y decidieron manifestar su repudio a ese gobierno con su consentida Sheinbaum.
Por eso Monreal ayer aprovechó para reiterar que él no declinará favor de nadie, que solo lo que espera es el respaldo del pueblo, de esa gente que esté comprometida contra las imposiciones y de voto libre.
Basta recordar aquel mensaje cuando fue candidato del PRD a Zacatecas y que lo acompañó López Obrador para ganar por el sol azteca a los priistas esa entidad, que tras la imposición del PRI a la candidatura había provocado su salida.
Hoy recordó que fue el mismo escenario que se vive en Morena, no descarta la imposición de la dirigencia para la candidatura que venga etiquetada, sin duda de Palacio. Sin embargo, que la confianza de la ciudadanía lo llevó al triunfo en ese 1998.
Le apuesta a esa misma historia, que sea la confianza ciudadana, Monreal en su mensaje con dirección al que manda en Palacio, es que en sus 25 años que lo ha acompañado en ese movimiento que encabeza López Obrador, ha actuado con lealtad y firmeza.
Por eso Monreal en su queja señala que ahora esta una disyuntiva ese movimiento: o profundiza la democracia o acude a la imposición contra los que han luchado toda su vida. Sin embargo, que va a convencer al pueblo de México que es el mejor, y está dispuesto a debatir aun con los preferidos, Adán Augusto o la preferida, Claudia Sheinbaum para demostrarles que tiene el mejor proyecto.
Vamos a ver si las “corcholatas” (sobre todo Sheinbaum) le responden o, como dice el Presidente callan como momias.
AHORA ADAN VA POR VOTOS DE LOS ESTADOS
El secretario de Gobernación, Adán Augusto López comenzó la operación, igual que con los senadores, sobre todo priistas, para alcanzar los votos lo más pronto posible de los Congresos estatales para la reforma de la Guardia Nacional.
Dicen los que saben que entablo pláticas con los gobernadores de su partido para que le ayuden a impulsar, con sus diputados locales la aprobación esta reforma que necesita 16 más uno de los 32 Cámaras de Diputados de los estados.
De entrada, saben que Morena que gobierna 21 entidades logrará aportar esas cifras, pero el secretario de Gobernación quiere lo más que se pueda de votos de los otros partidos, con esa forma sabe que en automático, se pueda legitimar.