Después de haber pasado varias décadas viendo campañas electorales, votaciones y elecciones, con triunfos e imputaciones; así como partidos políticos en el poder y oposición en lucha de la conquista, llegamos a la toma de posesión de las nuevas administraciones.
En el caso de la ciudad de México, fue el primero de octubre el día en que las administraciones cambiaron y algunas se reeligieron por un periodo de tres años más.
Ahora, como marca lo común en el político recién llegado, es que tendrá su primera carrera en los primeros cien días.
Este tema de los “cien días”, ya son de hueva, donde esperemos que los votantes no caigan en esta costumbre donde el político piensa, que demostrará que está trabajando de verdad en tres meses. Así que ha exigirles más.
La ciudad de México, electoralmente fue dividida curiosamente en dos partes. Ahora el reto en esta división, se convierte en el reto de la administración de la Jefatura de Gobierno, bajo la dirección de Claudia Sheinbaum. Pero el reto, se vuelve mayor, ya que el interés claro de llegar a la presidencia de la república por parte de la jefa de gobierno es evidente.
Así, que esperemos los primeros “cien días” y lo que sigue.
Facebook, Instagram y Whatsapp, se cae y son tóxicos.
El lunes cuatro de octubre, parecía que el fin del mundo comenzaría. La caída de la red social Facebook y sus aplicaciones aliadas, Instagram y Whatsaap dejaron de funcionar por un lapso aproximado de seis horas. Las fallas en estas plataformas, se cuantificaron en seis mil millones de dólares, según Facebook. Pero sus perdidas reales, nadie podría cuantificarlas en cada uno de los usuarios, porque también participan en e-commerce con millones de empresas, cierres de negociaciones y un sin fin de movimientos económicos.
Así que el mundo sigue cambiando con la interacción o, para algunos la dependencia que se ha creado con las redes sociales. A esto, también hay que agregarle las filtraciones de información donde se menciona que Instagram, tiene un grado toxicidad, que perjudica a sus usuarios más jóvenes.
Esta información, de la alteración y perjuicio en los usuarios de Instagram, han llevado a los cuestionamientos de la legislación para el uso de las mismas. Esta situación, de daño social, ya ha sido comparados como el daño por tabaquismo o el alcohol.
Así, que comenzar a estudiar la forma de ordenar y legalizar el uso de las redes sociales, se convertirá en todo un reto. Esto no es una necesidad futura, sino presente y, desafortunadamente el conocimiento en la materia en la parte legal está en pañales.
Instagram tiene tres particularidades.
La primera, la velocidad de consumo de la información. En segundos, el usuario puede estar recibiendo información en videos y textos cortos, llamados “reels”, que seguramente el receptor no comprenderá, pero su cerebro los recibirá.
La segunda, el algoritmo de inteligencia artificial, que de forma fácil te bombardea de la información de tu preferencia o, necesidad.
Por último y tercero, el deslizamiento del pulgar, haciendo fácil la navegación, pero sobre todo adictiva.
Así, que la adicción en las redes sociales es una realidad en la cuál, por lo menos México tiene el segundo lugar de usuarios, después de Brasil en Latinoamérica.
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