La gobernadora de Campeche, Layda Sansores pareciera que recibió línea de Claudia Sheinbaum para volver a acusar, por enésima vez a Ricardo Monreal de haber operado para los candidatos opositores en la Ciudad de México que le arrebataron a Morena 9 de las 16 alcaldías.
Es una espina que no perdona la jefa de Gobierno y que no quiere aceptar su derrota o ese grande descalabro electoral y político.
Esas acusaciones son parte de la denuncia que anunció la gobernadora haría en su programa Martes de Jaguar que además citó otros textos de una conversación de Monreal con el líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito”.
De entrada, el priista desmintió a la gobernadora que sean ciertas esas conversaciones. Primero porque Ricardo Monreal no utiliza su foto en el WhatsApp, Y dos, que esas conversaciones, todas identifican el 100 por ciento de la pila y la misma hora de las 12:00pm.
Obviamente todo se perfila quedar en evidencia que todo eso sigue siendo un show mediático de la gobernadora para afectar a personajes políticos contrarios a ellos.
Cual es el fondo, primero minar la carrera rumbo a la presidencia de México de Ricardo Monreal, toda vez que Layda Sansores abiertamente forma parte del grupo de Claudia Sheinbaum, por eso se entiende la guerra sucia y fuego amigo.
Y dos, para seguir presionando al líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito” que entregue sus votos del Congreso para las reformas presidencial. Vaya, el priista señaló que no es más que una auténtica persecución a los opositores.
Alito denunció que todo lo que presentó Layda es falso y con el afán de lastimar, denostar, tergiversar, en estos momentos tan difíciles que vive el país.
Ahora, el líder del senador, Ricardo Monreal había adelantado que estaba preparado para enfrentar a la gobernadora. Que va a proceder y no va a ceder y cejar hasta que se cumpla la Constitución por ley.
Es decir, para Monreal independientemente del contenido basura, falso y truqueado de las intervenciones privadas, ilegales, es inaceptable acostumbrarnos que se vulnere la ley a capricho de la gobernante y no sucede nada, que no hay ninguna consecuencia y sigue todo igual y hasta s el aplaude.
Layda Sansores se ha convertido en la golpeadora de Claudia Sheinbaum y pareciera que con el respaldo del que manda en Palacio Nacional.
Con ese material que exhibe la gobernadora, pareciera que cuenta con un personaje con sobrada experiencia en el manejo del espionaje.
No pierda de vista las acusaciones de Alito contra el Fiscal del Estado, el ex priista, Renato Sales Heredia pues en su administración al frente del Cisen en el sexenio de Peña Nieto, se desapareció, misteriosamente un equipo de 780 millones de pesos de origen israelí que se utilizaba para las grabaciones contra la delincuencia. Hoy, está con Morena y en el gobierno de Layda, una coincidencia más que clara.
Monreal sabe que la guerra sucia en su contra es porque quieren eliminarlo a la mala, por eso insiste que no cederá y seguirá su ruta al 2024. Desde luego que conforme se acerque el día D, también arreciarán los ataques, pero que adelantó que él se está preparando.
RETOMAN PRI, PAN Y PRD ALIANZA EN DEFENSA DE INE
Si en Palacio Nacional pensaron que la votación pasada de la Guardia Nacional para extensión en las calles al 2028 sería la causa de desbaratar la alianza, pues creo que se equivocaron porque ayer se reunieron los tres coordinadores parlamentarios del PAN, PRI y PRD, Jorge Romero, Rubén Moreira y Luis Espinosa Cházaro.
La idea es fortalecer la alianza para votar en contra de desaparecer el INE de Lorenzo Córdova y darle fortaleza a ese autónomo regulador de la democracia.
Moreira adelantó que los priistas siguen firmes en los acuerdos que se lograron para esta alianza para frenar esas tres reformas constitucionales del Presidente que lastiman al país. Se trata de la Eléctrica, la Guardia Nacional y la Electoral que quiere desaparecer el INE.
Bueno, los coordinadores de las bancadas junto con Movimiento Ciudadano retomaron las pláticas para fortalecer esta estrategia como opositores para evitar que de Palacio Nacional quieran imponer reformas que atienden a interese de partido y no de los mexicanos.