Orientadas a promover y reivindicar el arte urbano, las exposiciones virtuales Galería Urbana 333, de la Ciudad de México, y Distrito Grafiti, de Bogotá, Colombia, revelan en sitios web de ambas capitales los trazos y el colorido de las galerías al aire libre y en el espacio público.
Como parte de la iniciativa Ciudad (Es) Cultura —que también interconecta los contenidos en línea de Barcelona, España, y Buenos Aires, Argentina—, las dos exhibiciones pueden apreciarse en la sección “CIUDAD(ES)” de la plataforma digital Capital Cultural en Nuestra Casa (www.capitalculturalennuestracasa.cdmx.gob.mx/), de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, y en la página de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá (www.culturarecreacionydeporte.gov.co/).
Quienes deseen conocer las expresiones artísticas que adornan importantes avenidas de la capital mexicana, como Eje Central, Chapultepec, División del Norte, Parque Leona Vicario, Gran Canal, Calzada de Tlalpan y Periférico Oriente, pueden visitar los 150 murales que conforman la muestra virtual Galería Urbana 333, la cual da cuenta de la diversidad de paisajes citadinos, rostros femeninos, figuras de animales, seres mitológicos y más.
Nombrada así por el programa de mejoramiento barrial de 333 colonias que lleva a cabo el Gobierno de la Ciudad de México, las obras fueron creadas por jóvenes artistas como Diego Zelaya, “Ramsteko”, “Blacksay”, “Koka_Engel”, Lizette Charlotte y el Colectivo Grafikans, quienes fueron convocados por la Secretaría de Cultura capitalina y la Secretaría de Obras y Servicios local (Sobse) mediante el programa “Sendero Seguro”.
Por su parte, Bogotá propone recorrer en línea la muestra resultante del proyectoDistrito Grafiti, el cual permite al público admirar las zonas de esta urbe que fueron revitalizadas con grandes murales en los que se aprecian pájaros gigantes, tigres, flores y rostros humanos.
Esta idea, que promovió la creación de 140 intervenciones pictóricas de micro, pequeño y gran formato en 12 localidades de la ciudad colombiana, a partir de la interacción de 160 artistas con las comunidades, forma parte de una estrategia de fomento a la práctica responsable del arte urbano, en la que el grafiti representa un medio para la democratización del espacio público y el acceso al arte y la cultura