Dentro del marco del Mes del Adulto Mayor, la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA-CDMX) reconoce el trabajo, compromiso y dedicación de los empleados que forman parte de la población mayor de 60 años que labora en el centro mayorista y conmemora el Día del Abuelo.
El Administrador General del Fideicomiso Central de Abasto (FICEDA), Sergio Palacios Trejo, indicó que de los 90 mil trabajadores que hay el mercado mayorista, en el Fideicomiso laboran 98 empleados operativos y ocho mandos medios.
“Hay que hacer conciencia contra la discriminación de los mayores, llamando la atención sobre los estereotipos negativos y las ideas falsas acerca del envejecimiento. Es un orgullo contribuir con la comunidad de adultos mayores, seguiremos con la política de inclusión para continuar impactando de manera positiva en nuestro entorno”, dijo.
En 1982 se decretó conmemorar, a nivel internacional, agosto como el de la vejez, y en México se determinó que el día 28 del mismo mes sería considerado como el Día del Abuelo.
Francisco Centeno Herrera, de 65 años, es un ejemplo de este sector que cohabita en la CEDA-CDMX; es uno de los estibadores que lleva laborando 35 años en el mercado de Envases Vacíos, pero no solo ha trabajado incansablemente, sino que ha capacitado a cientos en su área.
“Empecé como estibador en 1971, en La Merced, luego me trasladé a la Central casi cuando se inauguró. Reparo las cajas de madera y se lo transmito a los más jóvenes, para que aprendan, les digo cómo clavar las tablas, y en 15 días o un mes ya están capacitados. Me alegra pertenecer a la Central y que a mi edad me den la oportunidad de seguir en lo que me apasiona”, indicó.
Cifras del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelaron que la tasa de crecimiento de la población de adultos mayores registrada en los últimos años es de 3.5 por ciento.
A los 63 años, la señora Leonor Macario Lucas, madre y con 26 años como empleada en la Gerencia de Limpia, plática que comenzó siendo barrendera y que ahora es supervisora en esta área.
“Soy de Veracruz y me vine a la Ciudad de México. Tenía 30 años cuando empecé a trabajar en la Central y mi trabajo no lo cambio por nada. Me han apoyado mucho, ya que me mantengo activa gracias al programa resta grasa, suma músculo, y por eso soy portera del equipo de futbol del área de limpia”, comentó.
Para atender a estos y demás trabajadores, la CEDA da apoyos de asistencia social, médica y educativa en los ocho sectores que la conforman, y continuamente ofrece actividades recreativas, deportivas, cursos, talleres, entre otras acciones que fortalecen a esta población al interior del corredor comercial.