EL PRI, PAN y PRD ayer cumplieron dos semanas del descontón electoral que les atizó el propietario de Morena, Andrés Manuel López Obrador que prácticamente les paso por encima en las pasadas elecciones.
Los pobres resultados que lograron las tres fuerzas políticas más significativas del país, hoy los pone en la antesala de la reflexión y análisis para salir adelante o de plano rezagarse como minorías o uno más del sistema político mexicano.
En menor gravedad esta el PAN de Ricardo Anaya que, para su información no les fue tan mal en la retención de gubernaturas y como ganancia la de Yucatán que arrebataron al PRI al igual que Jalisco con Movimiento Ciudadano de Enrique Alfaro.
En el PRD de Manuel Granados, perdieron los estados de Morelos y Tabasco que cedieron a Morena. Ellos, en el sol azteca sufren una de sus peores caídas desde que López Obrador se llevó, prácticamente el partido y su militancia, eso sí de todos sabores, es decir buenos y malos.
Pero más grave es el PRI que históricamente nunca había estado en las condiciones del nuevo gobierno que encabezara López Obrador, es decir con la votación más baja en la vida nacional del partido en elecciones presidenciales y que lo llevan a la quinta fuerza en el Congreso de la Unión.
Los priistas saben que están en la antesala de desaparecer si no encuentran la brújula que los lleve de nuevo a la ruta que les dio el poder por 70 años.
Pero también saben que hay un gran culpable que le están guardando la factura y, aunque no lo han encarado si saben que se ubica en Los Pinos. Imposiciones de candidaturas, prepotencia de sus cercanos que se apropiaron del partido, soberbia y fomentar la corrupción acusan al grupo de los tolucos.
Por más que René Juárez como líder emergente del partido quiera operar para recomponer al tricolor, hoy la caída libre que sufrió el priismo no le deja otra que llamar de nueva cuenta a las bases y su militancia para refundarse que los lleve a cambiar incluso de nombre.
Saben los priistas que huelen a Campo Santo y esa es la preocupación, por eso la urgencia de entrar a la autocritica y análisis para saber cómo recomponer los yerros que los llevaron a la debacle.
La semana pasada le adelante que ya estaban en platicas la cúpula del priismo, con excepción del grupo de los tolucos, para acordar en próximas reuniones llevar al partido, incluso de cambiar de nombre para su asamblea de Marzo.
Se necesita dar un golpe de timón y la incursión de nuevos rostros, pues saben que el horno no está para bollos si sigue lo mismo.
El priismo esta en graves problemas y no les queda más que renovarse o de plano morir, no tienen opciones, los casos de corrupción y soberbia de esta administración que rescató la Presidencia en manos del PAN, hoy también sin duda los sepultó.
MIGUEL BARBOSA quiere la oportunidad de demostrar a los fiscales del Tribunal Federal Electoral que en Puebla le hicieron trampa, o mejor dicho, que le robaron la elección y por ello los impugnó. Que no está nada de acuerdo con las autoridades locales electorales de la capital del camote porque ahí se fraguo el fraude.
Bueno, el tema incluso recibió la atención de López Obrador que reconoció que su candidato Barbosa fue el que ganó allá en Puebla y que para él, el gobernador es precisamente Miguel Barbosa.
Vamos a ver qué pasa en el desarrollo de esa causa, pues apenas comienza el proceso de inconformidad, por cierto único en el país, para saber que ruta termina dando el TRIFE, o ratifica a Erika Alonso, como gobernadora o de plano le dan para atrás y va de nuevo la elección.
Si da positivo, al menos al CONAGO de Manuel Velasco integrara a tres gobernadoras, Claudia Pavlovich de Sonora, Claudia Sheinbaum de la CDMX y Erika Alonso de Puebla. A ver que sale.
EN MIGUEL HIDALGO, de la Ciudad de México, el alcalde electo, Víctor Romo, le leyó la cartilla a los constructores que quieran apostar por esa demarcación, pues de entrada les dejo claro que no se tolerara construcciones irregulares y obviamente no habrá flexibilidad para nadie, todos parejos. Ni un metro más de construcción ilegal.
Adelanto que desde el primer minuto de su administración se revisaran todos los expedientes de obras y las que estén por edificar. La idea es meter en cintura y evitar sigan actuando con toda impunidad por encima de los ciudadanos que se ven impotentes ante la complicidad de las autoridades y de las que llamó mafias inmobiliarias. De que se van a topar con pared, les restregó que así será.
EL SECRETARIO DE GOBERNACIÓN, Alfonso Navarrete Prida sin duda saco la casta y se mostro sus buenas tablas para cumplir el compromiso de llevar a buen puerto las elecciones Presidenciales. No hubo sobresaltos, ni baches, ni nada, solo un camino pavimentado que a dos semanas de las elecciones el país está más que en calma. Claro, si hubiese perdido ya saben quien, entonces estaríamos invadidos de tigres, diablos, destrozos y plantones en Reforma. Bueno, hasta en el Senado de Ernesto Cordero aplaudieron el desempeño de la contienda y post contienda.
ALEJANDRO ENCINAS que se perfilaba como coordinador presidente del nuevo Congreso de la Ciudad de México, hoy todavía ALDF, pasó a las filas de los nuevos cargos que está repartiendo AMLO: va con la tarea de atender el caso 43 de Ayotzinapa.
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