Nadie que pueda pagar el dinero que demanda el gobierno mexicano para Banobras por el avión presidencial Boeing 787 Deamliner, lo comprará. El motivo es simple: lo han manoseado políticamente hasta el cansancio. Esto impide a que sea vendido, independientemente que sea lujoso o no.
Si se ven aviones de los gobiernos socialistas como el de Nicolás Maduro, Venezuela; Alberto Fernández, en Argentina; el mismo Justin Trudeau, de Canadá, sus aviones tienen muchas comodidades. Al visitar el avión presidencial, el TP01 no es nada del otro mundo. Tiene asientos de piel, como la de los asientos de los diputados y senadores; cuenta con una alfombra, como las salas de las oficinas de los secretarios de despacho o de los gobernadores.
Sí, es un avión muy grande para realizar viajes largos sin necesidad de hacer escalas a fin de ahorrar combustible y, al mismo tiempo, llevar en un solo vuelo al equipo de apoyo y logística.
En el 2010, Presidencia de la República, cuando estaba al mando Felipe Calderón, divulgó una justificación para comprar un avión nuevo, ya que la vida útil del Boeing 737 que realizaba los viajes presidenciales (que tenía que hacer cuando menos una escala de España a México, en las Islas Azores), había terminado y se convertía en incosteables.
Todavía está en los hangares de la Secretaría de Defensa y puede ser usado. Sin embargo, están abandonados.
El choteo con que se maneja el avión ahuyentó a varios jefes de estado o de gobierno que pudiera comprar el Boeing 787. Es una aeronave que está sobre valuada, pero dentro de un margen de negociación. Sin embargo, después del estigma que es de lujo extremo, salió de mercado. Los jeques árabes ven que no es del lujo que dicen y los políticos, por el simple hecho de que lo calificaron de esa manera, se convirtió en un hecho “abominable” el comprarlo. Mala estrategia de venta, sólo para descalificar la compra de Felipe Calderón, están atorados 3 mil millones de pesos.
Ahora, la rifa es una captación de 3 mil millones de pesos oculta. Quien compre el avión no hará otra cosa que donarlo o malbaratarlo, ya que es imposible mantenerlo para un magnate y sólo alguna empresa podría costear su manutención. Pero nadie lo quiere.
PODEROSOS CABALLEROS: Ante la incapacidad de la Comisión Federal de Electricidad, que encabeza Manuel Bartlett, para producir energía barata, Andrés Manuel López Obrador anunció la construcción de una termoeléctrica para Yucatán. De esa manera, justificó que los consumidores pagarían menos por la energía. Pero, en la reflexión ecológica se desprende: ¿por qué una termoeléctrica que es altamente contaminante? Energía eólica o de las olas del mar serían lo mejor. *** El desempleo no es pretexto para que cualquiera que compre un auto quiera usarlo como transporte público, señaló el gobernador del Tabasco, Adán Augusto López Hernández, por lo que reiteró que habrá hasta seis años de prisión a quien trabaje como chofer de Uber o taxi pirata. “La postura del secretario de Movilidad es la postura del gobierno, señores de Uber o de estas aplicaciones, ustedes no tienen autorización, ni concesión para funcionar de manera legal”, destacó el gobernador de Tabasco. El interés es resguardar los intereses de los taxistas. Los políticos tabasqueños son dueños de flotillas de taxis. A cuidar la chuleta mal habida.
RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA: GINgroup, que preside Raúl Beyruti Sánchez, mantiene su compromiso de apoyar al Programa Jóvenes Construyendo el Futuro en 2020 del Gobierno Federal, con el fin de seguir brindando oportunidades a la juventud mexicana a través de la integración al mundo laboral formal. Al momento ha abierto la puerta de 45 de sus empresas inscritas como centros de trabajo y tiene 41 planes de capacitación, de acuerdo con los perfiles de puestos de los vacantes, mismos que han sido registrados ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. El programa ha beneficiado a más de 1 millón de becarios en 157 mil centros de trabajo, de los cuales, más del 70%, se ha capacitado dentro del sector privado.
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