El Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, celebró la promulgación de la Constitución de 1917, la primera en el mundo en incluir derechos sociales, resultado de décadas de lucha promovidas por las clases populares, integradas por revolucionarios, campesinos, intelectuales, periodistas y obreros.
“Esta celebración es todo un festejo porque se trata de una Constitución fuera de serie: rompió todos los esquemas de la época y abrió una nueva era, la era de las constituciones sociales. Hasta antes de ese momento, las doctrinas jurídicas rechazaban tajantemente la incorporación de derechos sociales a las constituciones. Para los juristas, una constitución solo podía tener dos partes: la parte orgánica, para establecer las instituciones del Estado; y la parte dogmática, para señalar los derechos de los individuos. La incorporación de derechos sociales o colectivos en la Constitución de 1917 es por ello un hito mundial: es la primera en todo el planeta en reconocer este tipo de derechos. (…) El reconocimiento de nuevos derechos constitucionales, los derechos sociales, no es una decisión de élites políticas o económicas, es una conquista que viene de abajo, por la lucha de los de abajo”, remarcó.
El mandatario capitalino aseguró que, con la Cuarta Transformación que se vive en el país, se profundizan las conquistas sociales que iniciaron los constituyentes de 1917.
“Hoy en día estamos en una etapa de transformación, la etapa de la Cuarta Transformación; es una etapa propicia para profundizar en el constitucionalismo social, popular, nacionalista que iniciaron los constituyentes de 1917. Por eso estaremos muy atentos al mensaje del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que dé con motivo de la conmemoración de la Constitución de 1917”, expresó.
Martí Batres destacó que fueron jóvenes liberales de izquierda, como Francisco J. Múgica, Cándido Aguilar, Luis G. Monzón, Heriberto Jara, Luis Espinosa, Antonio Madrazo, Froilán Manjarrez y Juan de Dios Bojórquez, quienes representaron en el Constituyente, las exigencias de la clase popular y quienes pusieron sobre la mesa argumentos de la izquierda en el Congreso, para la creación de un documento que reconoció nuevos derechos fundamentales.
“Los revolucionarios mexicanos se convirtieron en pioneros del derecho social constitucional, en transformadores del derecho; esa constitución no fue obra de juristas doctos ni legisladores profesionales, sino de representantes de un pueblo en plena efervescencia revolucionaria”.
Rememoró que el debate del Artículo 3 sobre la educación permitió sacar a flote la nueva visión social en el Constituyente del ‘17 para establecer el derecho a la educación básica, pública, laica, obligatoria y gratuita, y esta discusión, a su vez, dio pie a dos debates sociales fundamentales: el derecho a la propiedad social de la tierra que quedó establecido en el Artículo 27 y los derechos de los trabajadores, impulso nunca antes visto en la historia de la humanidad, en el Artículo 123, con el establecimiento de jornadas de ocho horas, el salario mínimo, indemnizaciones, derecho de huelga y descanso obligatorio.