El pasado sábado el Instituto Estatal Electoral de Zacatecas (IEEZ) organizó un debate entre los aspirantes a la presidencia municipal de Guadalupe, en donde se manifestó el nivel ínfimo de las campañas locales, la confrontación partidaria, la mediocridad política y la falta de previsión de los asesores y contendientes.
El punto neurálgico por el que pasará a la historia democrática local este debate es por la ausencia del candidato priista a la alcaldía, Enrique Guadalupe Flores Mendoza, quien pretende reelegirse y a quién los partidos contendientes le impidieron subir al pódium para exponer su programa de gobierno municipal y confrontar sus propuestas.
De inicio el debate se programó en una fecha y hora en la que la selección mexicana juega su partido de despedida en el Estadio Azteca contra Escocia, un encuentro amistoso que no convenció a la afición, pero además exhibe el fracaso de las campañas políticas locales que no logran entusiasmar al electorado, y que son el reflejo de una pésima estrategia mediática y de un desastre de las relaciones públicas de los dirigentes y candidatos con los medios de comunicación tradicionales y digitales.
¿Cuáles son las razones políticas y legales de la ausencia de Flores Mendoza en este
debate en Guadalupe?
Quizá todo tenga su origen el 27 de mayo cuando la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID) campus Zacatecas, organizó un debate entre los candidatos a la presidencia de Guadalupe, al que no asistió el aspirante priista, lo que motivó el enojo de las coaliciones y partidos participantes.
Sin embargo habría que precisar que desde el dos de mayo el partido Paz para el Desarrollo de Zacatecas, presentó una petición para la organización de un debate entre los contendientes electorales en el municipio de Guadalupe, ante el IEEZ, organismo que lo hizo del conocimiento de los representantes de los partidos con registro el 15 de mayo.
Después de haberse informado se tienen 48 horas para que las coaliciones y partidos definan la participación, a fin de que inicie el trabajo operativo y logística que implica la organización por parte del Instituto. Pero el candidato Enrique Guadalupe Flores Mendoza no respondió.
Por tal motivo el 17 de mayo las representaciones partidistas extendieron la carta de respuesta afirmativa al debate, por lo que el 21 de mayo se acordó su logística y con ello, dio inicio todo el trabajo para su organización.
Fue hasta el 29 de mayo que el candidato a la reelección por el municipio de Guadalupe, Enrique Flores Mendoza, envió una carta al IEEZ, en la que mostraba su decisión de participar en el multicitado debate.
Al siguiente día el escrito se presentó en la reunión de trabajo operativo que sostuvo el IEEZ con los representantes de los partidos políticos, pero fue rechazada por unanimidad. ¿El argumento? La presentación tardía del documento de participación que viola las Reglas generales para la celebración de debates en el estado de Zacatecas 2017-2018.
¿Por qué no respondió el candidato priista a la propuesta de debate en las 48 horas que establece la normatividad para su participación?
La respuesta tiene seguramente varias aristas: la primera es la normatividad que rige la organización de los debates públicos entre los candidatos a un puesto de elección popular o de gobierno. Si no se cumple con ello se queda expuesto a la decisión de los partidos representados en el IEEZ, escenario en el que el organismo autónomo solo es mediador para la organización de este tipo de actos que fortalecen la participación ciudadana.
Al no presentarse al debate de la UNID el pasado 27 de mayo, seguramente los partidos políticos y coaliciones se la cobraron a Enrique Flores y, aprovechando el resquicio de la normatividad y de una probable negligencia de su equipo de campaña, calificaron como improcedente su participación.
Flores Mendoza respondió a la organización del debate con tan solo tres días previos a su realización. Pero desde el 30 de mayo él ya estaba notificado del rechazo a su participación y fue hasta el día del debate, el sábado 2 de junio, que decidió hacerlo público y solamente lamentar la decisión.
¿Cómo se capitaliza esta acción y a quién beneficia electoralmente?
Desde mi punto de vista todos pierden. Los partidos y coaliciones que declinaron la petición del priista se muestran antidemocráticos y además, podrían incurrir en una violación a la libertad de expresión y al derecho político de participación en ejercicios democráticos de los candidatos.
Y pierde también el aspirante a la reelección porque su equipo de trabajo y asesores, si es que los tiene, muestran negligencia o desinterés en la participación de foros públicos donde se muestre el plan de gobierno y se debatan los principales problemas en la demarcación municipal.
Pierden todos porque muestran la pobreza de estrategias para proyectar un programa de gobierno que conecte con las necesidades municipales y genere empatía con un electorado inmerso en un escenario complicado en materia de seguridad, de eficientes servicios públicos; de mejores calles y condiciones para el desarrollo del comercio, industria, empleo digno y bien remunerado, cultura y deporte.
Es poco el tiempo que resta en la presente jornada electoral y las coaliciones y dirigencias de los partidos contendientes, no han podido conectar con el electorado, solamente se han arropado en la tendencia de la preferencia electoral.
Pero además es penoso como algunos dirigentes impusieron a sus esposas o hijos en lista de candidaturas plurinominales o en regidurías, para asegurar un ingreso económico y factor de chantaje político en el congreso o en el ayuntamiento.
Todos pierden.
Al tiempo.