La Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) mitigó el riesgo que generaba el edificio con daño estructural ubicado en Doctor Lucio 103, en la colonia Doctores de la delegación Cuauhtémoc, mejor conocido como Osa Mayor.
La demolición del inmueble de más de 60 metros de altura, el más alto dictaminado para derribo a causa del sismo de septiembre pasado, se llevó a cabo en un periodo de 80 días.
El conjunto habitacional se conformaba de dos torres de 16 niveles (planta baja, 14 pisos de departamentos y un nivel que albergaba cuartos de servicios y elevadores); la torre norte sufrió un desplome o inclinación que provocó la separación de las escaleras hasta dos metros en los niveles más altos.
Para garantizar la integridad de la población y edificaciones aledañas, así como de los trabajadores, la SOBSE siguió los más altos protocolos de seguridad y laboró con maquinaria especial.
Se confinó con tapial el cruce de Doctor Navarro y Doctor Lucio; se colocaron mallas en los edificios aledaños y tapiales aéreos para evitar la caída de material; se trabajó con una grúa de 120 toneladas equipada con una pluma de 54 metros de longitud (única en las demoliciones), se extendieron líneas de vida para los demoledores y durante todo el proceso se tuvo disponible una ambulancia.
Las actividades se realizaron de forma descendente, el 70 por ciento de las torres (del piso 6 al 16) fueron demolidas manualmente por un equipo de 32 trabajadores y los elementos estructurales mayores (columnas y trabes) se bajaron con la grúa a nivel de superficie y se demolieron con la retroexcavadora.
En tanto, para el derribo de los cinco niveles inferiores se utilizó una retroexcavadora. Para que el ingreso de la maquinaria fuera seguro, se conformó una rampa con el escombro y se subió en esa zona para continuar con los trabajos.
Derivado del desplome de uno de los cuerpos del conjunto habitacional, la SOBSE instruyó realizar monitoreo topográfico hasta tres veces por día, esto para evaluar el comportamiento de la construcción y eliminar cualquier situación de riesgo durante los trabajos.
Tras la conclusión de las actividades propias de la demolición, iniciará el proceso de limpieza y traslado de escombro. Se tiene previsto retirar alrededor de ocho mil 500 metros cúbicos, equivalentes a aproximadamente 265 góndolas.
Al finalizar esa fase, se instalará un tapial para delimitar el predio y en conjunto con las secretarías de Gobierno, Protección Civil y la Consejería Jurídica y de Servicios Legales realizar la entrega a los propietarios.