Los Zoológicos de la Ciudad de México cuentan con especialistas en nutrición animal que garantizan una alimentación nutritiva y balanceada a todos los ejemplares que habitan bajo el cuidado de profesionales en estos centros de conservación. La buena alimentación, cuidados y atenciones ha permitido que en los Zoológicos de Chapultepec, San Juan de Aragón y Los Coyotes haya más de 180 ejemplares gerontes, muchos de los cuales han superado la expectativa de vida de su especie en vida silvestre.
El área de nutrición y alimentación de los zoológicos elabora las dietas de los ejemplares de fauna de acuerdo con la especie, edad, etapa fisiológica y toma en cuenta los hábitos de consumo, metabolismo, morfología y alimentos favoritos de cada uno de ellos.
El Médico Veterinario Zootecnista Sergio Zárate Padilla es el coordinador del área de alimentos en el Zoológico de San Juan de Aragón y, junto con un equipo de 8 a 10 personas, garantiza que todos los días la fauna silvestre que habita en este centro de conservación tenga alimentos de alta calidad e incluso preparan alimentos especiales para los ejemplares gerontes.
‘Chimpanqués’, ‘Elefantabs’ y pasteles nutricionales son algunos ejemplos de la comida que se prepara en la zona de alimentos para los ejemplares gerontes, que requieren una alimentación especial.
Zárate Padilla comenta que hay dos tipos de dieta, la habitual y la especial, todas basadas en alimentos de calidad y suplementos que llevan vitaminas, proteínas de alta digestividad y con alto valor metabólico, así como algunos ingredientes de la preferencia de cada especie.
“La nutrición para nosotros es un aspecto importante de medicina preventiva, alimentos adecuados, de calidad, apropiados a la especie son lo mejor que hemos visto y que nos ha dado resultados. Nuestro gran orgullo es tener ejemplares que han excedido su tiempo de vida estimado en vida silvestre”, precisa.
En los zoológicos se utilizan guías de preparación para elaborar dietas para cada grupo, “comunitarias” e individuales para cada especie que incluyen carnes y pescados, frutas, verduras, abarrotes, concentrados y forrajes.
“La nutrición va adecuada a la especie, a la etapa metabólica y a su condición especial de salud. En el caso especial de Congo y July (pareja de chimpancés gerontes) preparamos un “chimpanqué”, a base de avena, vitaminas, minerales, jugo y otros ingredientes que permiten hacer el producto altamente digerible, asimilable y adecuado a la edad metabólica de estos ejemplares”, explica.
Sergio Zárate comenta que, al igual que las dietas que se preparan para una persona de la tercera edad, en los Zoológicos de la Ciudad de México se preparan dietas blandas altamente enriquecidas: “El `chimpanqué´ lleva granos, semillas, nuez, cacahuate, pasas, huevo, y sólo harina de avena molida, es un alimento enriquecido, altamente nutritivo, podríamos considerarlo como una barra energética, similar a la de un humano”.
Una buena nutrición se refleja en el incremento de la longevidad de muchos ejemplares y en conjunto con cuidados especializados en los zoológicos se ha logrado prolongar la expectativa de vida de muchas especies, como es el caso de Congo y July en San Juan de Aragón. “El ‘chimpanqué’, el cual representa un aporte diario de vitaminas, ha logrado mejorar la actitud, condición de pelo, piel, uñas de Congo y July”.
Otro elemento nutricional elaborado para herbívoros, en particular para rumiantes, es un alimento similar a una galleta energética con alfalfa y avena picada para facilitarles la masticación, también contiene granos y concentrados, vitaminas, minerales y la receta secreta: melaza diluida en agua. “Se lo comen con singular alegría, es un olor dulzón, rico, los ejemplares lo huelen y están listos para comer, es para ellos como una golosina. Todo va dosificado porque se cuida su peso”, agrega.
Además de las dietas específicas para cada etapa de vida de cada especie, en el área de alimentos de San Juan de Aragón también se elabora una ‘elefantab’, un preparado especial para Ely, la elefanta africana: “Lleva vitaminas, proteínas y grenetina para mantener en buenas condiciones su piel y uñas, que es una parte importante de su cuidado profesional, no sólo es comer sino nutrir de forma adecuada para todas las funciones metabólicas”.
Los animales silvestres, al igual que el ser humano, tienen gustos y preferencias, y requieren una alimentación adecuada a cada etapa de su vida. Gracias a la alimentación que se les proporciona a los ejemplares silvestres “hemos visto una actitud positiva y buena aceptación, una buena condición corporal de los ejemplares con estos alimentos nutricionales que les hemos preparado y dado. A muchos les encantan nuestros preparados, los hacemos con mucho cariño y con mucha ciencia, apoyados siempre en el área de nutrición de los zoológicos y, desde luego, con la retroalimentación (de los cuidadores) para saber qué les gusta más”, resalta Sergio Zárate.