El uso de la psilocibina y de los hongos psilocibes representa una alternativa para tratar padecimientos como la ansiedad, depresión, adicciones y estrés, sobre todo ante “la pandemia relacionada con los problemas de salud mental”, reiteró la senadora Alejandra Lagunes Soto Ruíz.
Señaló que mientras en el mundo existe investigación muy avanzada para tratar diversos trastornos, en México no hay investigación al respecto, y “la medicina moderna ya no da respuesta, por lo menos a gran parte de la población que ya se hizo resistente a los medicamentos y buscan nuevas alternativas”.
En la Mesa 3 del Parlamento Abierto sobre “Regulación en México y el mundo de psilocibina y hongos psilocibes”, que se llevó a cabo el pasado 25 de octubre, la senadora del PVEM advirtió que, aunque los pueblos originarios de nuestro país han utilizado los hongos psilocibes como medicina, la psilocibina y los hongos están clasificados en la Ley General de Salud como sustancias prohibidas, que tienen nulo o escaso valor terapéutico y que son susceptibles de uso indebido.
Por eso, destacó la legisladora, foros como este contribuyen a encontrar el camino para construir una iniciativa de ley que regule el uso de la psilocibina y los hongos psilocibes.
Estamos hablando, dijo, de un proyecto ambicioso, porque se tiene que tejer el puente que una a la medicina moderna con la medicina tradicional, que una los requerimientos de los entes de regulación como la COFEPRIS con la sabiduría milenaria de los pueblos originarios.
Lo que se busca es “que no llegue una farmacéutica a ofrecernos esta pastilla mágica de psilocibina, sino poder aprovechar el hongo que es mexicano”, agregó la senadora Alejandra Lagunes.
En la tercera mesa del Parlamento Abierto, los expertos analizaron las consecuencias de la prohibición y la incorrecta clasificación, en la Ley General de Salud, de los hongos psilocibes y la psilocibina; así como lo que indican al respecto las normas y acuerdos internacionales.
También se dialogó sobre una regulación sin contravenir los acuerdos internacionales; la ruta para una reclasificación, regulación y despenalización de los hongos psilocibes, además de cómo integrar al derecho a la salud, el derecho beneficiarse de los avances de la ciencia.
El doctor Juan Pablo Aguirre Quezada, encargado de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez, expuso sobre el estado actual de la regulación de la psilocibina a nivel internacional.
Manifestó que es importante que exista un marco jurídico para el manejo de dicha sustancia, ya que trae efectos secundarios como nauseas, debilidad muscular o falta de coordinación.
Por su parte, Alejandro Madrazo Lajous, investigador y fundador del programa de Política de Drogas del CIDE, dijo que la psilocibina tiene un poder terapéutico abundante y que no existen casos o registro de que genere dependencia. En la Ley, señaló, está mal clasificada la sustancia.