¿Se puede sentir asco y amor a la vez? ¿Qué cuenta una novela que en sus temáticas aborda el tedio, pero también el amor? Si lo quieres saber, has de leer “El refugio”, obra de David Poireth, que cuenta la historia de un hombre y su esposa tetrapléjica que habitan en el sótano de una casa. En él, el autor resalta cómo el encierro puede exhalar repulsión y hastío.
En opinión de Carlos Gómez Carro, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Azcapotzalco, en “El refugio” el escritor advierte sobre la posibilidad de que las personas abandonen sus sueños y aspiraciones antes de comenzarlas: “Frente a esa advertencia, uno entra a la novela con cierta suspicacia. Los personajes viven como en una especie de bruma, sobre un mundo en el que no pasa nada”.
En el marco de la Feria del Libro y Festival Cultural Librofest Metropolitano 2018, se llevó a cabo la presentación de este volumen que, en palabras de Gómez Carro, significa una ópera prima con importantes elementos narrativos y estilísticos que se esperarían más de un autor reconocido.
“Por un lado se inserta en una tradición mexicana, pero también hay pasajes muy kafkianos en la novela, y no sólo kafkianos, sino de diversos filósofos y escritores, de modo que se aventura en una serie de fuentes que a veces podemos reconocer y en otras ocasiones se nos evaden”.
Por su parte, David Poireth, expresó que escribir “El refugio” fue una experiencia tortuosa, puesto que tardó cuatro años en terminarla: “Yo podía pasar seis o siete horas escribiendo dos o tres frases. Mi proceso de escritura siempre va acompañado de una investigación, pero no tanto en el sentido de una investigación histórica o bibliográfica, sino en una especie de investigación de estilo”.
“El refugio” tiene un ritmo de lenguaje particular, que si bien se nutre de elementos poéticos no busca ser poesía. El autor se interesó más bien por los flujos de la escritura, para lo cual recurrió al análisis literario de escritores como Juan Rulfo.
Con la presentación de esta obra, Librofest Metropolitano 2018 deja ver que la literatura y los fenómenos sociales no están separados, pues en el acto David Poireth explicó que “El refugio” quizá podría ser reflejo del tedio que muchos mexicanos viven en la actualidad, resultado éste de un sistema fallido, en el que sólo algunos alcanzan a soportar las dificultades que supone el cumplir sus sueños y aspiraciones mientras que otros se resignan a “no ser más que lo que ya no fueron”, un tema que, sin duda, deberá seguir analizándose desde diversas perspectivas.