“El hombre lobo”: ¿un desastre de proporciones épicas?

Errores narrativos y falta de cohesión sepultan una prometedora producción que llega a las salas mexicanas este jueves 16 de enero.

Ciudad de México.- La nueva versión de El hombre lobo prometía ser un tributo renovado al clásico de 1941, con un elenco estelar que incluye a Benicio del Toro, Anthony Hopkins y Emily Blunt. Sin embargo, la película va en el camino de ser un fracaso monumental, marcado por diálogos mediocres, actuaciones sin alma y una dirección desorientada que destruye cualquier oportunidad de conectar con el público. Las múltiples incoherencias narrativas y la edición torpe sólo acentuaron su caída.

El cambio de director al inicio del rodaje, pasando de Mark Romanek a Joe Johnston, fue decisivo para la falta de cohesión del proyecto. La visión original, que buscaba explorar los oscuros matices psicológicos del protagonista, fue reemplazada por un enfoque más convencional y carente de profundidad. A esto se sumaron problemas de postproducción, regrabaciones y un abuso de efectos especiales, lo que transformó la película en un producto genérico y comercial.

Pese a sus intentos de ser visualmente impactante, El hombre lobo falla en todos los frentes. La narrativa es inconsistente, con acciones inexplicables y una cronología que desafía la lógica, como la Luna llena que parece aparecer cada dos días. Además, los personajes toman decisiones absurdas gracias a “la magia del guión”, mientras que la historia de amor entre Gwen y Lawrence carece de química y sentido. Incluso la música de Danny Elfman, en esta ocasión, es olvidable.

Aunque algunas escenas aisladas, como la del psiquiátrico, destacan ligeramente, no logran salvar un filme que parece no encontrar su identidad. El hombre lobo se convierte en un ejemplo perfecto de cómo el desorden creativo y la falta de compromiso pueden arruinar una producción con potencial.

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